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IX CONGRESO DEL PSPV-PSOE

El PSPV busca la salida del laberinto

Seis aspirantes a la secretaría general del partido pugnan por obtener el respaldo de los delegados

Menos de seis

Un total de seis candidatos tendrán que presentar antes de las 20 horas de hoy los 41 avales necesarios para optar a la secretaría general del PSPV en el IX Congreso del partido que se inicia este mediodía. Los seis aspirantes, la mayoría de ellos perfectos desconocidos en la política autonómica, coinciden en su voluntad de encontrar el hilo de Ariadna que permita salir de su laberinto a un socialismo valenciano sumido en una profunda crisis desde 1995, que ha deteriorado hasta resquebrajar los pilares que permitieron al PSPV gobernar en las principales plazas de la Comunidad Valenciana durante casi 12 años.La grave crisis que atraviesan los socialistas valencianos ha tenido, sin embargo, un punto de inflexión en el 35º Congreso federal del PSOE, que generó un ambiente de optimismo y acabó con el tradicional monolitismo del partido dejando paso a una pluralidad de opciones. Así, tras el congreso del PSOE del pasado mes de julio empezaron a aflorar los aspirantes dispuestos a dirigir el PSPV -la segunda federación en militantes- y cerrar la crisis. El ambiente de euforia no ha ocultado que, pese al cambio de clima, buena parte de los delegados siguen adscritos a sus familias habituales, lo que se ha traducido en los dos últimos meses en una guerra sorda en la que no han faltado dudosas prácticas democráticas de otros tiempos.

El primer candidato en postularse públicamente fue el ex alcalde de Silla Francesc Baixauli, que optó por tomar la delantera y no esperar a que la mayoría del grupo que había apoyado las tesis del ex ministro Antoni Asunción se decantase por Josep Bresó, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Torrent. La decisión de Baixauli no alteró los planes de Bresó, que también está dispuesto a ganarse el voto de los delegados y que parte con una base más amplia en la comarca de L'Horta Sud.

El secretario comarcal de Valencia y aglutinador de la mayoría del único bloque, el renovador, que se mantuvo fiel a las tesis del dimitido secretario general Joan Romero, fue el segundo en destaparse. José Luis Ábalos intentó que la coordinadora contraria a las tesis del ex secretario de Organización federal Ciprià Ciscar se aglutinase en torno a su figura, pero no fue posible. La decisión de Ciscar, que sigue manteniendo una influencia nada desdeñable, de no presentar candidato propio fracturó la coordinadora que aglutinaba renovadores, lermistas, asuncionistas e Izquierda Socialista.

En este contexto, emergió la figura de Andrés Perelló, el único diputado autonómico que aspira a ser secretario general del PSPV. Perelló, que defendió un proceso similar al de primarias para elegir el candidato a sabiendas de su popularidad, se quedó solo en la coordinadora de críticos y en el grupo de seguidores de Antoni Asunción. Sin embargo, ha decidido seguir adelante.

Otro de los principales aspirantes es Joan Ignasi Pla, diputado nacional y efímero secretario general elegido en el pasado congreso extraordinario de septiembre de 1999. Pla presentó su dimisión a instancias de Joaquín Almunia a los pocos días de resultar elegido y arrastró consigo a toda su ejecutiva. El diputado, que cuenta con el apoyo de los seguidores de Joan Lerma y una pequeña parte de los renovadores, confía en atraerse a buena parte de los delegados que han seguido a Ciscar.

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Junto a estos cinco aspirantes figura un sexto, el concejal de Alfara del Patriarca Amador García, que ha fundado sus esperanzas en que el congreso del PSPV tenga un comportamiento mimético al que tuvo el del PSOE. Amador García se apoya en la corriente Nuevo Impulso, que ha avalado Jordi Sevilla, diputado por Castellón y responsable del área de Economía de la ejecutiva federal. El problema de la candidatura de García es su falta de apoyo orgánico y que no cuenta con la condición de diputado autonómico, carencias que no le han hecho arredrarse.

Fuentes del partido dan por hecho que será difícil que los seis aspirantes puedan reunir los avales necesarios para convertirse oficialmente en candidatos, por lo que presumiblemente el número se reducirá al final. Improbable, aunque no imposible, es que los posibles preacuerdos previos a la presentación de avales alumbren algún nuevo candidato.Pese a la efervescencia precongresual, fuentes de la ejecutiva del PSOE confían en que el congreso del PSPV se cerrará con éxito. Una confianza que no es óbice para que el responsable federal de Organización, José Blanco, esté dispuesto a seguir de cerca todo el congreso del socialismo valenciano desde la apertura a la clausura, aunque siempre sin ánimo de interferir en el proceso.

La madeja del socialismo valenciano está abierta, pese a todo, a la decisión de los 402 delegados, que serán quienes depositarán la papeleta tras escuchar mañana los discursos de los candidatos que hayan reunido los 41 avales necesarios. El nerviosismo y la confianza, sentimientos contradictorios, están presentes en la militancia socialista, que, desde que el PSPV fue desalojado del poder de las principales instituciones en los comicios municipales y autonómicos de 1995, confía en recuperar la condición de alternativa de gobierno.

Una quiniela con muchas variables

Los socialistas tienen a gala resolver sus congresos en el último minuto. Unas veces sale bien, como en el último cónclave federal, y otras es un desastre, como en la asamblea extraordinaria del socialismo valenciano del año pasado. En las últimas semanas se han intensificado los contactos para intentar despejar las cuantas variables de la quiniela en que se ha convertido el congreso.Presumiblemente José Luis Ábalos es el que más avales tiene, seguido de Joan Ignasi Pla, mientras que el resto de aspirantes tiene serias dificultades para conseguir los 41 respaldos necesarios. De este grupo, Josep Bresó es el mejor situado.

Sin embargo, la suma que debe arrojar una mayoría -si no holgada, suficiente- para elegir nuevo secretario general ha de contar con el apoyo de los delegados que siguen las tesis de Ciprià Ciscar, que inicialmente considera que Ábalos es la opción que apoyaría con menos reparos.

Si esta situación se mantiene y Pla se deshincha frente a Ábalos, el secretario comarcal de Valencia estaría dispuesto a proponer al diputado y alcalde de Morella, Ximo Puig, como portavoz parlamentario, siempre y cuando los lermistas respalden una ejecutiva liderada por Ábalos.

En cualquier caso, todo el mundo da por seguro que, al menos, habrá tres candidatos oficiales, lo que evitará una confrontación de bloques. Un número que permitirá, por contra, que las familias que no tienen aspirante propio a la secretaría general del PSPV tensen la negociación en busca de una mayor representación en la nueva ejecutiva.

Aunque no hay que olvidar, como afirma el presidente de la gestora del PSPV, Francisco Granados, que los delegados votan solos y que más de uno se puede llevar una sorpresa en una quiniela con muchos fijos. La gestora que preside Granados, reunida anoche en Alicante, se ratificó en no acreditar a los delegados de agrupaciones que tengan deudas con la organización. Llucena y Utiel se quedarán fuera y algunas agrupaciones de Valencia y de La Vega Baja tienen tiempo hasta las 11 de hoy para regularizar su situación.

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