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Clinton no logra el esperado acercamiento de Barak y Arafat

Los esfuerzos diplomáticos de Bill Clinton por reanudar las conversaciones de paz sobre Oriente Próximo acabaron en el primer asalto. A la vista de los escasos resultados de las dos entrevistas que mantuvo el miércoles por separado con el primer ministro israelí, Ehud Barak, y el líder palestino, Yasir Arafat, el presidente norteamericano dio ayer por terminada su labor de mediación y emplazó las futuras conversaciones a "las próximas semanas". Barak terminó de echar por tierra las escasas esperanzas de éxito cuando acusó a Arafat de ser "inflexible" en el tema de Jerusalén, el principal escollo de las negociaciones. Clinton esperaba aprovechar la reunión de la ONU para desbloquear las conversaciones, estancadas desde la cumbre de Camp David, el pasado julio. Era una apuesta con pocas posibilidades de éxito. Barak echó ayer la culpa al líder palestino del fracaso de este último intento diplomático. "Si Arafat acepta las ideas de Clinton como base negociadora, estaremos listos para hablar, de lo contrario lo interpretaremos como una falta de flexibilidad", dijo Barak refiriéndose al obstáculo que bloquea todo el proceso: Jerusalén. Barak dijo que la Explanada de las Mezquitas, lugar santo para judíos y musulmanes, era el único objeto de discordia en el proceso de paz. Arafat, que pide total soberanía sobre los lugares santos musulmanes, ha asegurado que no cederá al respecto.

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