500 personas acuden a El Rocío al campeonato de acoso y derribo de reses

VERANO 2000

El público entendido aseguraba que una competición de acoso y derribo suele ser bastante más vistosa que la que se celebró el sábado por la tarde en El Rocío, dentro de la programación de la Aldea Internacional del Caballo (Aicab) 2000. En el Corredor de Matalagrana de la aldea almonteña se dieron cita los mejores garrochistas -jinetes que trabajan con la garrocha, un palo terminado en punta que sirve para controlar y derribar a las reses- de la comunidad y muchos de los del resto de España.Lo que deslució el espectáculo, como ocurre últimamente en casi todas las prácticas taurinas, fue el ganado, procedente del norte de la sierra de Huelva y del sur de Extremadura. "Los garrochistas son fabulosos, pero las vacas han salido malas", aseguraba una espectadora asidua a estos eventos y esposa de uno de los tres miembros del jurado de la competición.

La prueba celebrada este fin de semana sirvió para proclamar al vencedor del VII Campeonato de Acoso y Derribo de El Rocío -el garrochista que obtuvo más puntos en la fase clasificatoria del sábado- y al campeón de Andalucía de la misma especialidad -el ganador de la final, celebrada en la tarde de ayer-.

El sábado participaron 28 colleras -parejas de garrochistas-, cada una de las cuales intentó acosar y derribar a una vaca brava y a otra mansa. Las primeras resultaron ser bastante endebles y se embrocaron en exceso, lo que hizo que la competición se desarrollase a un ritmo mucho más lento de lo habitual; las segundas, sin embargo, se mostraron más rápidas y dóciles, y ayudaron a levantar el ánimo de las algo más de 500 personas que se dieron cita en el Corredor de Matalagrana. Entre el público predominaban los entendidos en este tipo de competición, conocidos y conocedores de los participantes y sus posibilidades reales de victoria; familias enteras que se acercaron a El Rocío perfectamente equipadas con botas camperas y pantalón vaquero para no desentonar en una jornada hípica. Ésta es la primera vez que la celebración del campeonato de El Rocío coincide con el de Andalucía. Según el concejal de Promoción Hípica de Almonte, Antonio García Rebollo, es un premio al esfuerzo realizado por el consistorio para que la aldea de El Rocío se convierta en un referente en el mundo del caballo.

Desde que en 1992 se celebró por primera vez el Aicab, la aldea acoge, cada mes de agosto, distintos eventos hípicos, que se completan con algunas otras pruebas durante el resto del año. Como explica el edil Antonio García, uno de los principales objetivos que persigue el Ayuntamiento almonteño con el Aicab es "fomentar el turismo rural y ecológico como alternativa al turismo de sol y playa" que ha ofrecido tradicionalmente este municipio onubense. Para lograr resultados positivos en este proyecto, Aicab 2000 ha pretendido "conjugar el deporte más especializado de trabajo con el caballo, con la exhibición más popular y de ocio". Según las previsiones más optimistas del propio concejal, por la Aldea Internacional del Caballo, que se inauguró el pasado 11 de agosto, pasarán este año unas 40.000 personas.