260 jóvenes músicos se concentran en Jaén

,Durante las próximas dos semanas la música acapara todo el protagonismo en Jamilena, una población de algo más de 3.000 habitantes situada a escasos 10 kilómetros de la capital jiennense. El quinto Curso Internacional de Música de Jamilena congrega desde ayer y hasta el próximo día 27 a 260 jóvenes llegados de España, Portugal, Alemania y Japón. Se trata de un curso de pedagogía musical, perfeccionamiento e interpretación que, al mismo tiempo, sirve como convivencia veraniega de unos jóvenes apasionados por la música. El curso, organizado por el Ayuntamiento local, cuenta con la colaboración de la Diputación de Jaén y la Junta, a través del Instituto Andaluz de la Juventud.

Carlos Gutiérrez tiene 14 años y desde los seis toca el trombón. Llegó desde Iscar (Valladolid) atraído por la fama y la credibilidad que este curso ha adquirido desde su instauración hace cinco años. Roberto Iturriaga, que llegó desde La Rioja con su saxofón, señalaba ayer que en Jamilena busca perfeccionar sus conocimientos musicales para poder entrar el próximo curso en el Conservatorio Superior de Madrid.

El artífice de que Jamilena sea la cuna durante unos días de los más preciados talentos musicales del país es Miguel Ángel Colmenero Garrido, catedrático del Conservatorio de Madrid y que, desde su condición de jamilenudo, hizo realidad en 1996 el sueño por el que llevaba muchos años luchando.

Rodeado de los mejores profesores en cada especialidad musical (desde instrumentos de cuerda y viento al piano pasando por el acordeón o la percusión), Colmenero ha logrado convertir a su pueblo natal en un referente en toda España para todos los que, en verano, busquen perfeccionar sus aficiones o estudios musicales.

El curso ha servido igualmente para revitalizar la banda de música local, que permanecía en el ostracismo desde la década de los años cincuenta. Hoy, 45 jóvenes músicos que participaron en estos cursos dan vida a una banda que el propio Colmenero quiere convertir en un modelo de formación musical en la provincia de Jaén.

Los participantes en el curso desarrollan intensas sesiones de trabajo, teóricas y prácticas, por la mañana y por la tarde. Unos, como Francisco Camacho, de Ciudad Real, admiten que se trata de una afición, sin mayores pretensiones, pero otros muchos, como Isabel Castro, de Madrid, no descartan hacer de la música su medio de trabajo.

El pueblo entero se vuelca para que la estancia de los jóvenes sea lo más agradable posible. Son las propias familias con hijos en la banda local las que acogen en sus domicilios a uno o varios jóvenes. Hasta el alcalde, Manuel Beltrán, ha querido predicar con el ejemplo y ayer, durante la inauguración del curso, no podía ocultar su satisfacción porque gracias a la música su pueblo sea conocido en toda España y en el extranjero.

Convencido del beneficio de esta experiencia, Beltrán está empeñado ahora en convencer a la Junta y a la Diputación de Jaén para construir un auditorio donde algún día suenen los acordes de la multitudinaria e internacional banda que cada verano se gesta en Jamilena.