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Walesa, exculpado de la acusación de haber colaborado con la policía política comunista

El Tribunal de Apelación de Varsovia exculpó ayer al líder histórico del sindicato independiente Solidaridad y ex presidente de Polonia, el premio Nobel de la Paz Lech Walesa, de la acusación de haber colaborado, y recibido pago por ello, con los servicios secretos comunistas a principios de los años setenta. Las declaraciones contradictorias de funcionarios de los servicios secretos de antes y de ahora no bastaron para condenar a Walesa. El ex presidente ha superado el proceso de verificación y podrá presentarse a la elección presidencial del 8 de octubre.

Walesa, el histórico dirigente de Solidaridad, expresión viviente de la lucha contra el comunismo, que hoy tiene 56 años, corrió ayer la misma suerte que un día antes el actual presidente del país, el ex comunista Aleksander Kwasniewski: los dos han quedado limpios.Los presuntos colaboradores de los servicios secretos, que operaban bajo los alias de Alek (Kwasniewski) y Bolek (Walesa), podrán competir el 8 de octubre por la presidencia de Polonia en una repetición de la campaña electoral de hace cinco años. No obstante, las posiciones de partida son ahora muy diferentes. Los sondeos demoscópicos conceden a Kwasniewski, en algunas encuestas, hasta los dos tercios del electorado. En cambio Walesa, el héroe nacional de los días del sindicato independiente, no llega siquiera a un 5% en la intención de voto de sus compatriotas.

El proceso de la llamada lustración, limpieza o verificación, adquirió ribetes kafkianos con la comparecencia de los dos acusados más prominentes. La ley que 10 años después de la caída del comunismo impone en Polonia las pruebas de pureza de toda colaboración con la policía política del fallecido régimen derivó en una situación casi perversa. Walesa, el artífice más destacado de la lucha contra el comunismo, con su liderazgo del sindicato Solidaridad, sufrió la acusación de haber colaborado y recibido dinero por ello con los servicios del régimen que contribuyó a derribar.

Según sus acusadores, Walesa firmó en diciembre de 1970 en Gdansk un compromiso de colaboración con los servicios secretos para delatar a sus compañeros del astillero de Gdansk. Esto ocurría, según esta acusación, nada menos que días después de que las fuerzas represoras del régimen acabaran con una huelga con matanza de obreros. Un ex jefe de los servicios comunistas aseguró ayer ante el tribunal haber visto el documento original firmado por Walesa. La acusación se basaba en una fotocopia de dudosa procedencia. Ante el tribunal salió también a relucir que con motivo de la candidatura de Walesa para el premio Nobel de la Paz, que le concedieron en 1983, la policía comunista falsificó documentos para desacreditarlo e impedir así su designación.

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