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Francia desoye la demanda española de expulsión del etarra Mobutu y le asigna residencia vigilada

El antiguo dirigente de ETA, Alberto López de la Calle Gauna, Mobutu, fue excarcelado ayer y se le asignó residencia vigilada en la región parisiense, tras haber cumplido, prácticamente, los siete años de cárcel que le impuso el Tribunal Correccional de París. Pese a las demandas españolas y a la orden de expulsión del territorio francés que pesa sobre el activista de ETA, el Gobierno francés optó por seguir las recomendaciones recientes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El ex dirigente etarra ha quedado confinado en Breuillet, en el departamento de Essone.

Elemento incómodo

El pasado martes, ese tribunal pidió que el activista de ETA no fuera expulsado del territorio francés hasta que esa misma instancia judicial examinara el recurso contra la eventual expulsión a España presentado por Alberto López de la Calle. El tribunal europeo se pronunciará sobre el recurso el 29 de agosto próximo. También el presidente del Tribunal Administrativo de Versalles, que examinará el lunes un recurso similar se había pronunciado en el mismo sentido.En una nota pública difundida por la mañana, el Ministerio del Interior francés confirmó que la asignación de residencia vigilada a Mobutu es fruto de las "recomendaciones" del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En la nota se especifica que el antiguo activista de ETA permanecerá en esa situación "hasta la fecha en la que debe examinarse el recurso". La condena de siete años dictada el Tribunal Correccional de París en abril de 1998, después de que fuera detenido en 1994 por asociación de malhechores, llevaba aparejada para López de la Calle Gauna la prohibición definitiva de continuar residiendo en territorio francés.

A expensas de la decisión de la instancia judicial europea, queda por si saber si la asignación de residencia al activista de ETA constituye un triunfo puramente temporal de la defensa o si el recurso cuenta con fuerza jurídica suficiente como para ser atendido por el tribunal. Fuentes policiales indicaron ayer que, contra la opinión extendida en España, el Gobierno de Madrid no estaba verdaderamente interesado en la entrega de este alto dirigente de ETA, dada la escasa consistencia de las pruebas judiciales existentes contra él en España..

El Ejecutivo español prefería que Mobutu se quedara en Francia, a poder ser bajo vigilancia, antes que arriesgarse a una excarcelación en España que podría ser percibida por gran parte de la opinión pública como un hecho escandaloso. De hecho, según esas fuentes, los representantes del Gobierno español habrían transmitido esa actitud a sus colegas franceses en el pasado encuentro de Lisboa. Frente a la posición del Gobierno francés, partidario de seguir las recomendaciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, los altos cargos policiales se inclinaban por desembarazarse rápidamente de un elemento incómodo que va a obligar a desplegar en torno a él un dispositivo permanente de vigilancia. Añaden también que en el pasado Mobutu mantuvo una actitud abierta a dialogar, a través de elementos interpuestos, con representantes de la Administración francesa. Tras ser excarcelado de la prisión parisiense de Fleury Mérogis, el antiguo jefe de ETA fue alojado en un hotel de las proximidades de la capital francesa donde disfruta de libertad de movimientos aunque bajo vigilancia permanente.

"Es una primera victoria" comentó el antiguo número dos de ETA en una conversación telefónica mantenida con un periodista de la agencia France Presse. "Es la primera vez que se evita una expulsión. Estoy en una pequeña nube, aunque todavía muy débil", afirmó, tras señalar que va a comenzar a abandonar progresivamente la huelga de hambre que inició el pasado 27 de mayo. "Teóricamente estoy libre, pero no puedo abandonar el municipio al que me han asignado residencia y estoy acompañado permanentemente por policías", añadió López de la Calle en la misma conversación mantenida con el reportero francés.

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La denominada Coordinadora de los Comités de Apoyo a los Prisioneros Políticos Vascos lleva tiempo desplegando en Francia una intensa actividad que le ha permitido agrupar en torno a sus posiciones a segmentos de la izquierda francesa muy influidos por la idea, casi un lugar común en determinados círculos, de que los activistas de ETA son sometidos a la tortura policial. El Partido Comunista Francés y los Verdes, así como la Liga de los Derechos Humanos y el Sindicato Nacional de la Magistratura, no dudan en calificar de "ilegal" la eventual expulsión de Mobutu a España.

Es una actitud en la que la mala conciencia por permitir, sin mayor escándalo, la expulsión sistemática de los inmigrantes delincuentes comunes -lo que se conoce como la doble pena- practicada por el Gobierno de izquierda plural, se mezcla con cierta retórica humanista cristiana y con la necesidad de ejercer de demócratas prístinos en un terreno ajeno y nada comprometido. "El peor de los criminales tiene derecho al derecho", "los vascos expulsados son frecuentemente maltratados por la policía española", "cuando se trata del problema vasco, las formas de la ley no son respetadas", "asistimos simplemente a un atentado a los derechos humanos", escriben o recitan los representantes de estos grupos.

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