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Elecciones 2000

El PSC pierde dos escaños y 400.000 votos, pero sigue siendo el partido más votado

Enric Company

Los socialistas catalanes se consolaron ayer destacando que habían sido la fuerza más votada en Cataluña en unas elecciones legislativas por octava vez consecutiva desde 1977. Con el 98,6% de los votos escrutados, los socialistas obtenían 17 de los 46 diputados elegidos en Cataluña, dos menos que en 1996. Perdieron uno por Barcelona y otro por Tarragona, y mantuvieron los ganados hace cuatro años en Girona y Lleida. Pasqual Maragall apostó ayer por que los socialistas catalanes y andaluces "lideren la renovación" en el PSOE, puesto que son las dos únicas comunidades en que han ganado.

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El PSC alcanzó ayer el 34,14% de los votos, frente al 39,4% de respaldo obtenido hace cuatro años. En número de votos, los socialistas perdieron alrededor de 400.000 sufragios en Cataluña con relación a las elecciones de 1996, cuando la participación fue 10 puntos superior a la de ayer y se tradujo en algo más de 1,5 millones de votos.En la provincia de Barcelona, los socialistas pasan de 13 a 12 escaños. Es en esta provincia donde obtienen el mayor respaldo porcentual, con el 35,4% de los sufragios, frente al 40,32% de hace cuatro años. En Tarragona, donde el apoyo popular fue del 32%, pasan de tres a dos diputados, y mantienen los dos escaños obtenidos en las pasadas legislativas en Girona y el diputado de Lleida.

El líder del PSC, Narcís Serra y los demás dirigentes del partido, se consolaron destacando que con las elecciones de ayer han cerrado un ciclo de victorias electorales completo, aunque hayan perdido en el conjunto de España. Lo comenzaron ganando las municipales y europeas de junio de 1999, continuaron ganando por votos, aunque no por escaños, las autonómicas de octubre, y lo cerraron ayer.

Poco después de que Joaquín Almunia anunciara su dimisión irrevocable como primer secretario del PSOE, Serra, compareció ante los periodistas y los escasos militantes que habían acudido a la sede central del partido de la calle de Nicaragua, acompañado por la cúpula socialista. "Almunia ha tenido una actitud que le honra", dijo, "y como primer secretario del PSC, afirmo que los socialistas catalanes contribuiremos activamente a impulsar la renovación que hemos de llevar a cabo en el socialismo español".

La palabra renovación se convirtió a partir de aquel momento en la más utilizada entre los dirigentes del partido presentes en su sede, tanto para referirse al PSOE como al PSC. Así, el alcalde de L'Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho, y el diputado autonómico Miquel Iceta, entre otros dirigentes, expresaban el punto de vista ampliamente compartido por los cuadros territoriales del PSC, aunque matizaban que en esta formación la renovación podrá ser "más suave" que en el PSOE.

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En cambio, Maragall, que acompañó a Serra en su comparecencia junto con el presidente del partido, Raimon Obiols; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el secretario de organización, José Montilla, dio otro punto de vista, muy diferente. Dijo que Almunia será "el que conducirá el inicio de la renovación" en el PSOE. Y que, en su opinión, ésta "ha de partir de las ideas, métodos y principios que se han aplicado en Cataluña y en Andalucía". Y acerca de la incidencia de la renovación en Cataluña, afirmó: "Cataluña ha mantenido muy bien el tipo, ganando las cuatro últimas elecciones. Por lo tanto, no es el momento de pensar en cambiar de rumbo, sino de lo contrario, de intensificarlo".

El contraste entre el ambiente de anoche en la sede central del PSC de la calle de Nicaragua y el de las jornadas electorales victoriosas, como fue la de las elecciones municipales y europeas, era evidente. Había poca gente. Sólo unas decenas de jóvenes habían llegado cuando eran más de las nueve de la noche. No aparecía ningún dirigente, aunque sólo fuera para relativizar los para ellos pesimistas augurios de los sondeos. Ni el anuncio de que el PSOE iba a obtener una holgada victoria en las autonómicas andaluzas provocó la más mínima reacción de alegría.

Entre los reunidos no figuraba el número dos de la candidatura por Barcelona, Josep Borrell, que se encuentra en Chile con motivo de la investidura de Ricardo Lagos como presidente del país.

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