"Nuestro voto está más cercano a la izquierda que a la derecha"

"Los unos y los otros" o "Esa gente". Así define Xavier Trias (Barcelona, 1948) al PP y al PSOE, indistintamente. Partidos que, sometidos a la aritmética parlamentaria, se han visto obligados no sólo a pactar con CiU sino también, según Trias, a implementar políticas progresistas. Tras 12 años como consejero en la Generalitat, éstas son sus primeras elecciones como cabeza de lista o, como suele afirmar, como "candidato a la Presidencia del Gobierno".Pregunta. Las encuestas reflejan una victoria del PP cercana a la mayoría absoluta y un descenso, aunque mínimo, de CiU.

Respuesta. Lo que veo es que el PP, aunque lleve ventaja, no obtendrá la mayoría absoluta y CiU se convertirá en la tercera fuerza parlamentaria. Es decir, una vez más acabaremos siendo decisivos para que en España pueda formalizarse un Gobierno estable. CiU se moverá en una horquilla entre los 15 y los 17 diputados.

P. Y el hecho de que el PP aventaje en todos los sondeos, ¿les condiciona la campaña?

R. No. El resultado que reflejan las encuestas es consecuencia de la pésima campaña que están haciendo los socialistas. A nadie debería extrañarle, porque han conseguido desorientar al electorado espectacularmente. Pero espero que el PSOE sepa corregir.

P. Su colaboración será diametralmente distinta si el PP les necesita o no para gobernar.

R. Yo siempre digo que el 13 de marzo, si nos llaman, nos pondremos al teléfono. Y ya veremos lo que haremos. Algo tendrán que decirnos. Pero en definitiva, cualquiera que sea la aritmética parlamentaria PP, nuestro apoyo estará condicionado y ligado a nuestro programa electoral. Que lo tengan claro. Y si obtienen mayoría absoluta queremos saber con qué premisas se hará esta colaboración.

P. Al principio, fueron públicas sus reticencias a ser candidato. ¿Ha asumido ya que dejará de hacer política en Cataluña?

R. No estoy de acuerdo con la pregunta. Lo que dice fue público sólo periodísticamente, porque a veces ustedes afirman cosas que no son exactamente ciertas. Yo nunca he tenido ninguna reticencia a ser candidato, lo supe hace un año y medio. Fue una decisión conjunta del presidente Pujol, de Pere Esteve, Artur Mas, Joaquim Molins y yo mismo. Se tomó esta decisión y yo la acepté encantado.

P. ¿Y cómo lleva lo de dejar de hacer política en Cataluña?

R. No me he enterado.

P. Tendrá que irse a Madrid.

R. Mire, la gente lo explica como si me marchara a la luna. El martes cogeré el puente aéreo y regresaré el jueves por la tarde y el resto de los días estaré en Cataluña. Además, yo voy a hacer política catalana en Madrid, como el grupo parlamentario.

P. ¿Cómo se siente una persona como usted en primera línea de fuego después de permanecer tantos años de gestor en la Administración catalana?

R. Feliz, contento y satisfecho. Me siento protagonista. Y eso de que permanecer de gestor en la Generalitat no es estar en primera línea de fuego es ponerle sentido del humor. Incluso ahora me siento mucho mejor tratado por todo el mundo y por la prensa que cuando, como dice, hacía de gestor.

P. Dentro del Gobierno estaba considerado un gestor.

R. Esto es una percepción suya. Después de permanecer ocho años como consejero de Sanidad y cuatro en Presidencia, hay alguien que todavía me dice que soy un gestor, cosa que me entusiasma. Sí, todavía me siento gestor. Pero me hace gracia cuando alguien afirma que ser gestor no es un perfil político. Por suerte, he alcanzado el perfil político perfecto. O sea que ya me he sublimado. Lo que me satisface. Mire, llevo 12 años haciendo de político.P. ¿Le han impuesto desde arriba nombres en la lista?

R. No, ninguno.

P. O sea que es su lista.

R. Sí, mi lista. La que consideraba idónea y justa. Y la palabra justa es porque ha habido personas que se merecían un reconocimiento público por todo el trabajo que han desarrollado durante estos años.

P. Lo que usted quiera, pero en un consejo nacional, respecto a estas personas, hubo críticas por el puesto que ocupaban, o sea, por abajo.

R. Reticencias que consiguieron tres votos en contra y cuatro abstenciones de casi 300 personas. Es una reticencia periodística, para entendernos.

P. Companys fue ministro de Marina, Cambó de Fomento, Carner de Hacienda. ¿Y a usted qué le gustaría ser?

R. Yo no quiero ser ministro.

P. Bueno, ¿pero cuando tendremos ministros nacionalistas?

R. Cuando no necesitemos reivindicar. Habrá ministros de CiU en el Gobierno cuando tengamos el autogobierno que nos merecemos y consigamos el pacto fiscal. Y además, coincidamos con el partido mayoritario en cuestiones de política económica y social. Entonces será el momento de decidir si entramos o no en el Gobierno. Ahora, esta situación no se da.

P. Después de dos legislaturas colaborando en la gobernabilidad, la imagen que tienen el PP y el PSOE de los nacionalistas ¿continúa siendo tan rancia y tan centralista como usted denuncia?

R. Algún dirigente político ha cambiado la imagen que normalmente se tiene de nosotros. Ya sucedió en la anterior legislatura cuando Felipe González terminó reconociendo que Cataluña era muy solidaria. O gente como Aznar o miembros de su Gobierno, cuando afirman que quieren colaborar con CiU. Pero sinceramente, uno se sorprende cuando el PSOE cambia de discurso cuando está en la oposición y Joaquín Almunia afirma que Cataluña es insolidaria. Genera una cierta frustración descubrir que alguien que aspira a ser jefe de Gobierno no está a la altura o no tiene la suficiente talla política. Buscan la facilidad de los votos utilizando a Cataluña como anzuelo. Este comportamiento es una absoluta vergüenza, tanto si lo practica el PP -que también lo hizo en su momento- como si lo hace el PSOE.

P. ¿No ha servido para cambiar esta imagen la colaboración parlamentaria de CiU?

R. Mire, esta gente tiene unas ideas que priman el corto sobre el largo plazo. Y han descubierto que meterse con Cataluña y con los nacionalistas da votos. Pero saben que faltan a la verdad y que crean enfrentamientos entre comunidades.

P. ¿Su marcha a Madrid le aleja de las quinielas para suceder al presidente Pujol?

R. Yo hace mucho tiempo que no estoy en las quinielas para suceder a Jordi Pujol. Y me niego a jugar a las quinielas.

P. En su programa económico, ustedes priman las rentas altas incluso más que el PP.

R. No lo comparto.

P. Plantean reducir tres puntos el tipo impositivo máximo del IRPF y tan sólo dos el mínimo. El PP al revés.

R. Al principio de la legislatura, la propuesta del PP era bajar del 56% al 40% las rentas altas. Nosotros exigimos que la rebaja fuese hasta el 48% pero que afectara a todos los tramos. Ahora proponemos bajar al 45% y al 16% pero, además, incrementando las ayudas, que me parece tan o más importante. Deducciones de 100.000 pesetas para familias numerosas, para las personas que tengan un jubilado de más de 65 años, o una persona discapacitada. Pero las ventajas fiscales no pueden interpretarse por un punto concreto. Hay que mirar una política global.

P. ¿Cree que el PP en Cataluña les puede arrebatar parte de ese voto centrista que consiguió Miquel Roca?

R. Creo que no. Me sorprendería muchísimo. El PP no nos quitará electorado, porque nuestro voto es de centro, más cercano a la izquierda que a la derecha. Y además, es un voto nacionalista que apuesta, como mínimo, por un catalanismo político. Y el PP de Cataluña, diga lo que diga Josep Piqué, -para mí es puro maquillaje- lo integra gente que durante años ha estado vendiendo unos planteamientos absolutamente anticatalanistas.