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Los partidos se lanzan a la conquista del voto de los pensionistas con variadas ofertas

Una vez más, las pensiones se han convertido en la estrella de la recta final de unas elecciones generales. Ayer, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, José María Aznar, prometió una subida de entre el 10% y el 15% para las pensiones mínimas de jubilación y de viudedad. Era la respuesta a la doble iniciativa lanzada por el candidato socialista, Joaquín Almunia, el pasado fin de semana: una paga extra de 28.000 pesetas a los jubilados perceptores de pensiones mínimas y no contributivas y que las empresas privatizadas paguen un canon de 500.000 millones que irá al fondo de reserva de la Seguridad Social.

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El problema, o problemo

La campaña electoral entró ayer en su última semana. Es tiempo de que los partidos políticos quemen sus últimos cartuchos. Y el de las pensiones es uno de los más efectivos. No en vano, en España hay 7,5 millones de pensionistas.Por ello, José María Aznar centró sus comparecencia del día a exponer su oferta sobre pensiones. Cierto es que el candidato popular ya contaba con un aperitivo: el Consejo de Ministros había aprobado, el pasado 25 de febrero, ya en plena campaña, una dotación extraordinaria de 40.000 millones de pesetas al fondo de reserva de la Seguridad Social, con lo cual éste se elevaba a un total de 100.000 millones de pesetas.

Ayer amplió el abanico de las promesas, en Madrid, ante un auditorio de unos dos millares de simpatizantes del Partido Popular, la mayoría de ellos de la tercera edad:

- Aumento medio de un 10% para las pensiones mínimas, que afectan a los viudos de entre 60 y 64 años, las de menores de 60 años, así como las pensiones de jubilación con cónyuge a cargo de menores de 65 años.

- Subida de un 15% de las pensiones de viudedad que afectará tanto a las nuevas pensiones como a todas las que hay actualmente. Se recalcularán, según explicó José María Aznar, de modo que todas alcancen, al menos, el 52% de la prestación original de la que se derivan (actualmente el 45%). Propuso también que ese porcentaje se eleve al 70% de la base reguladora para las viudas menores de 60 años con cargas familiares, en atención a su especial circunstancia. Asimismo, las viudas mayores de 65 años podrán contraer matrimonio sin pérdida de la pensión.

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- Incremento de un 10% de las pensiones del Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) y mejora progresiva de las pensiones de las clases pasivas, aunque sin especificar.

- Elevación del límite de edad para poder percibir las pensiones de orfandad. Recordó que en la anterior legislatura se amplió el límite desde los 18 años a los 21. En ésta se ampliará hasta 22 años. En el caso de las orfandades absolutas, se ampliará de los 23 a los 24 años.

- Incremento año por año de las dotaciones del fondo de reserva de la Seguridad Social.

El coste de este conjunto de medidas, segun detalló posteriormente el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Carlos Aparicio, es de unos 100.000 millones de pesetas.

José María Aznar combinó esta oferta electoral con ataques al PSOE, al que acusó de ofrecer "anuncios increíbles" que "sorprenden la buena fe de los electores por estar sacados a última hora de la chistera, deprisa y corriendo".

Era la réplica a la doble propuesta sobre pensiones lanzada por el líder socialista el pasado fin de semana. El sábado, Almunia prometió una paga extra de 28.000 pesetas a tres millones y medio de pensionistas para revalorizar la pérdida de poder adquisitivo de sus pensiones.

El domingo, el candidato socialista anunció que tenía intención de poner un canon a las empresas privatizadas por el Partido Popular que obtengan "superbeneficios". Lo recaudado, alrededor de 500.000 millones de pesetas, se destinaría al fondo de reserva de la Seguridad Social.

Aznar completó sus críticas a esta doble propuesta del PSOE repasando los logros del su Gobierno en esta legislatura y con la siguiente advertencia: "No se puede poner en riesgo el equilibrio de la Seguridad Social con propuestas electorales que nos devuelven a 1996, a la situación de quiebra del sistema".

Réplica de Almunia

El candidato socialista a La Moncloa tampoco se mordió la lengua. Almunia tildó de "mezquino" a su adversario en las urnas por haberse negado a subir las pensiones más bajas durante toda la legislatura, a pesar del pregonado crecimiento económico, y acordarse de ellas sólo ahora, a seis días de las elecciones.

El marco en el que ayer por la mañana se encontraba Almunia, el campus de la Universidad Carlos III de Getafe (Madrid), ante un auditorio abrumadoramente juvenil, no era el más adecuado para abordar el tema de las pensiones, pero paradójicamente fue la pregunta de un estudiante, ya en el coloquio, la que le permitió replicar en tiempo real al anuncio que en ese momento estaba realizando el candidato del PartidoPopular.

Tras recordar que él fue, junto a Convergència i Unió (CiU), uno de los impulsores del Pacto de Toledo, al que el Grupo Popular sólo se sumó de mala gana y a última hora, según dijo, y acusó al Gobierno de haberse dedicado "a incumplirlo día a día" durante los últimos cuatro años y de haber "tirado por la borda el consenso" que presidió su aprobación.

"Ni una sola vez", subrayó, "se ha reunido a los firmantes del pacto y, de sus 15 recomendaciones, nueve han sido incumplidas de manera flagrante". "Las otras sólo se han aplicado, y no todas plenamente, en virtud de un acuerdo con los sindicatos", recordó.

También salió al paso, sin citarlo, de las críticas, luego matizadas, que formuló el líder de Izquierda Unida, Francisco Frutos, a su propuesta de dar una paga de 28.000 pesetas a los beneficiarios de las pensiones más bajas. "De lo único que se trata", alegó, "es de saldar un deuda con estos pensionistas, a quienes no se les ha compensado por la pérdida de poder adquisitivo".

En este sentido, el expresidente del Gobierno Felipe González subrayó que "la paga extra de 28.000 pesetas para los jubilados no es una subasta electoral, sino una cosa seria".

En el pacto suscrito entre PSOE e Izquierda Unida antes del comienzo de la campaña electoral se recoge el compromiso de subir todas las pensiones mínimas.

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