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Ruiz-Gallardón rectifica y anula la estación de metro prevista en plena Casa de Campo

Antonio Jiménez Barca

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró ayer que ha ordenado retirar el proyecto de la Consejería de Obras Públicas de construir una multiestación de metro en superficie en plena Casa de Campo. Ruiz-Gallardón aseguró que la obra, que había salido a concurso por 1.500 millones, no se llevará nunca a cabo por antiecológica. "En la Casa de Campo no se construirá nada que dañe al medio ambiente", añadió el presidente. Tanto la oposición como las asociaciones de vecinos de Aluche habían anunciado protestas y manifestaciones contra el proyecto.

La Consejería de Obras Públicas manejaba un proyecto de multiestación con cúpula acristalada en una zona de la Casa de Campo próxima a viviendas para servir de enlace entre las líneas 10, 5 y el futuro metrosur.Se encontraba en periodo de adjudicación por 1.500 millones de pesetas, había pasado el periodo de alegaciones y se iba a llamar Puerta de Batán. El viernes pasado, el vicepresidente de la Comunidad y consejero de Obras Públicas, Transportes y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, del PP, aseguró que la obra no había necesitado el preceptivo informe de impacto medioambiental: "La Consejería de Medio Ambiente consideró que no era necesario", se justificó el vicepresidente.

Cortés también defendió la forma acristalada de la cúpula de la macroestación: "Hay muchas viviendas cerca, y hemos preferido taparla con esa cúpula acristalada para evitar la contaminación acústica". Ruiz-Gallardón comunicó a este periódico que, pese a lo que dijo Cortés, la estación nunca se levantaría en ese lugar.

El grupo municipal socialista, de la mano de su portavoz adjunta, Cristina Narbona, criticó la infraestructura por considerarla altamente dañina para el entorno del mayor pulmón verde de la ciudad y la tachó de "clandestina" por no haber tenido noticia de este proyecto. Cuando EL PAÍS lo hizo público la semana pasada, la asociación de vecinos de Aluche anunció movilizaciones contra la multiestación. El presidente de la asociación de vecinos, Rogelio Poveda, consideró que se trataba de una "obra salvaje".

1.000 firmas en contra

Poveda añadió que, a su juicio, el mejor sitio para ubicar una multiestación que enlace la red del metro de la capital con el metrosur no era Batán, sino Aluche, en donde existe ya un gran intercambiador. El sábado comenzó esta asociación a moverse y recogió un millar de firmas en contra de la nueva multiestación de Puerta de Batán y se convocó una manifestación.

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El presidente regional salió ayer al paso de las críticas y de una forma determinante anunció que ha decidido que ese proyecto acabe en la papelera. Aseguró que él, personalmente, había desechado esa obra porque, "aunque estructuralmente es preciosa, medioambientalmente afecta al entorno de la Casa de Campo".

"Ese proyecto no se hará porque la ampliación del metro de la Comunidad de Madrid no afectará de manera perjudicial a la Casa de Campo; en todo caso, la beneficiará", aseguró el presidente regional.

Ruiz-Gallardón quiso poner un ejemplo de "beneficio" y anunció que las vías del metro que atraviesan actualmente la Casa de Campo en superficie serán enterradas "no totalmente, pero sí en determinados tramos". No precisó más este extremo porque "los metros que se puedan cubrir dependen de estudios técnicos que todavía no se han llevado a cabo".

La Consejería de Obras Públicas y Transportes debe ahora elaborar una alternativa a esta multiestación que se iba a constituir en un punto clave de la nueva red del metro. La estación de Batán, en la actualidad un pequeño apeadero, iba a transformarse en un nudo de comunicaciones que tenía como misión enlazar la línea 10 del metro (Batán-Fuencarral), la 5 (Canillejas-Batán) y el metrosur. La Consejería de Obras Públicas aseguró ayer que "ya está analizando posibles alternativas" y que pronto "se dará una solución". Hace años, el PP se enredó con el Gobierno socialista de Joaquín Leguina en una polémica parecida y Ruiz-Gallardón rechazó las obras en superficie en la Casa de Campo.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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