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El Gran Teatro de Córdoba estrena el montaje de 'Rigoletto' producido por el Villamarta de Jerez

El Gran Teatro de Córdoba acoge esta noche el estreno absoluto de la producción del Villamarta de Jerez sobre la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi, montada en su totalidad con intérpretes españoles, salvo el protagonista Rigoletto, que será interpretado por el tenor coreano Ko Seng-Hyoun. "Es un orgullo, una satisfacción y un compromiso trabajar con cantantes andaluces porque demuestra que se puede hacer ópera de calidad con recursos de este país", comentó ayer el director de escena de la obra, Francisco López Guitérrez.

El responsable de la escenografía y los figurines, Jesús Ruiz Moreno, explicó que su intención ha sido que el montaje "se perciba como una película de cine negro". Sobre este aspecto abunda Francisco López al señalar que este recurso a la cinematografía de los años cuarenta pretende "enriquecer las relaciones entre los personajes". Así, añade que el objetivo principal es hacer un Rigoletto de máximo nivel recuperando en toda su energía el concepto operístico de Verdi.Los solistas de la función, además de Ko Seng-Hyoun, son María José Moreno, José Manuel Montero, Alfonso Echevarría, Nancy Fabiola Herrera, Emelina López, Pedro Farrés, Alberto Arrabal, Angelina de Mergelina, Juan José Reifs, Francisco Heredia y Carmen Barroso. El acompañamiento correrá a cargo de la Orquesta de Córdoba y del Coro de Opera Cajasur, dirigidos por Elena Herrera e Irina Rodríguez respectivamente.

"Mientras La Traviata es una ópera burguesa, en Rigoletto hay todo un contexto social que la hace una obra muy especial", explica el director de escena, quien añade que la censura a la que el Gobierno austrohúngaro sometió al libreto cuando se estrenó en Venecia en 1851 le restó fuerza ya que el papel del duque de Mantua era originariamente un "déspota" Francisco I de Francia.

"Por esto hemos querido contextualizar la ópera para que personajes y situaciones sean entendidas por el público", explicó Francisco López quien detalló que "el trabajo del amplio equipo que ha montado esta obra persigue la meta de buscar la pasión, el sentimiento, que los espectadores salgan conmovidos por la grandeza de la ópera".

"En esta versión de Rigoletto se ha puesto énfasis en reflejar una sociedad y unas personas en decadencia, que se esconden detrás de una máscara imaginaria porque pretenden mostrar lo que no son, debido a que están atemorizados por un déspota como es el duque de Mantua", señaló López.

El director explicó que el protagonista de la ópera, cuyo papel ha quedado enriquecido por el tratamiento que se le ha dado en esta ocasión, es terrible, no por sus taras físicas, sino como arma de defensa para poder hablar al poder de tú a tú. Sobre este aspecto incidió Ko Seng-Hyoun para quien su personaje de bufón le hace vivir en la dualidad de "hacer reír con lágrimas en los ojos" y de ser sincero "sólo en casa".

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Para la teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento cordobés, Angelina Costa, el hecho de que el estreno absoluto de esta obra sea en Córdoba es un orgullo y demuestra que desde el Consistorio se está haciendo un gran esfuerzo para que los cordobeses tengan acceso a todo tipo de obras culturales.

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