_
_
_
_

Confirmado el procesamiento de un empresario que quiso matar a su rival

Los datos que han ido apareciendo a lo largo del desarrollo de la investigación parecen aclarar el extraño secuestro de Josep María Castells, un conocido pinchadiscos de Barcelona. La Audiencia de esta ciudad considera que existen indicios suficientes de que el secuestro se produjo por error, ya que lo que en realidad se pretendía, a instancias de Miguel Degá, propietario de la discográfica Max Music, era asesinar a su más directo competidor, Ricardo Campoy, propietario de Vale Music, junto a otras tres personas, según la agencia Efe. Los hechos se remontan al 3 de septiembre de 1998. Según la Audiencia, todo indica que tres sicarios mexicanos, a instancias de Degá y de su socio en ese país, Enrique Ferré, secuestraron por error al pinchadiscos cuando salía de la discográfica de Campoy, tomándole por este último por su parecido físico y porque conducen coches similares. Una vez comprobado el error, le abandonaron, después de amordazarle y atarle.

El enfrentamiento entre los dos propietarios de las discográficas se remonta a poco después de 1983, cuando ambos fundaron conjuntamente la discográfica Max Music. Campoy acabó separándose para fundar Vale Music. Con él se fué Santiago Rusiñol, que era el gerente de la discográfica. Según el auto de la Audiencia, que confirma el procesamiento contra Degá y sus colaboradores, el propietario de Max Musisc quiso dar "un escarmiento" a su antiguo socio. Junto a él, quiso asesinar también al padre de Campoy, la hermana y el propio Rusiñol.

A partir de aquí contrató a cuatro sicarios -uno de ellos huyó- y les dio los billetes de avión necesarios y un total de 40.000 dólares (más de seis millones de pesetas) para que mataran a esas cuatro personas. Después de fallar, los sicarios se reunieron con Degá y su socio, Ferré, en el Maremagnum de Barcelona, momento en el que fueron detenidos por la Policía. La Audiencia cree que hay, por tanto, "indicios suficientes" de que Degá y Ferré participaron en los delitos de conspiración para asesinato, asociación ilícita y detención ilegal.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_