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Los expertos no descartan que fuertes terremotos sacudan de nuevo Turquía

Tres días después de que un devastador terremoto de 7,2 grados asolara de nuevo la región del noroeste de Turquía, son ya pocas las posibilidades de encontrar supervivientes bajo los escombros. Los equipos de rescate turcos salvaron ayer a una mujer que quedó sepultada en el edificio en el que habitaba 24 horas después de que escucharan por primera vez sus gritos de auxilio. La ayuda internacional sigue llegando a la región, y son ya varios los equipos españoles que participan en la búsqueda de personas con vida bajo los edificios desplomados.

Este nuevo seísmo, el segundo de importancia que sufre el país en menos de tres meses, se ha saldado hasta el momento con cerca de 400 muertos y al menos 3.000 heridos. Mientras, los expertos vaticinan más temblores en la zona. Las localidades de Düzce y Kaynasli, de 150.000 habitantes, han sido las más castigadas por esta nueva sacudida. Ambas poblaciones han visto cómo en 20 segundos algo más de cien edificios se venían abajo, encerrando en sus entrañas a cientos de personas. La madera de los edificios derrumbados ardiendo en hogueras, cientos de tiendas de campaña y el ruido de las excavadoras dibujan hoy el perfil de estas ciudades tras la tragedia.Hacia el mediodía de ayer, en Düzce, después de permanecer más de cuarenta horas enterrada en su propio hogar, los equipos de rescate turcos lograron salvar la vida de Saziye Bulut. Los miembros del equipo de salvamento habían escuchado los gritos de socorro de esta mujer durante la mañana del sábado; sin embargo, la dificultad de las tareas de desescombro sólo les permitió llegar hasta ella 24 horas más tarde.

Un éxito que comparten igualmente los miembros de la unidad de bomberos del consorcio de Huelva, primer equipo español en llegar a la zona siniestrada. Según informó el cónsul de España en Estambul, José María Castroviejo, la unidad española, compuesta por seis bomberos y cuatro perros adiestrados, consiguió sacar a un hombre con vida del sótano de una casa. El contingente español destacado hasta Turquía se compone por el momento de unas 70 personas, ya que a la asistencia oficial proporcionada por las diferentes comunidades autónomas se han sumado numerosos equipos de ayuda que se están desplazando hasta el país como voluntarios.

El temblor del pasado viernes, sin embargo, parece que no será el último que se registre en la falla norte de Anatolia. Según aseguran algunos expertos del observatorio sismográfico de Kandilli, dos grandes sacudidas de no menos de siete grados en la escala de Richter se esperan próximamente a unos 25 kilómetros al sur de Estambul y en algún lugar cerca de Sapanca, localidad también próxima a la zona afectada.

El ministro de Transportes, Enis Oksuz, aseguró ayer que este nuevo terremoto le costará a la ya poco saneada economía turca unos 10.000 millones de dólares (1,6 billones de pesetas), cantidad que debe sumarse a los 12.000 millones de dólares en los que se cifró la catástrofe del 17 de agosto.

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