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CUMBRE SOCIALISTA DE PARÍS

La Internacional Socialista reclama la supremacía de la política sobre el mercado

Los 143 partidos de la Internacional Socialista se comprometieron ayer en París a embridar los movimientos del capital financiero mundial y a reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC). En presencia de 23 primeros ministros, el XXI congreso de la Internacional Socialista revalidó en su primera jornada la preeminencia de la política sobre el mercado, y proclamó la necesidad imperiosa de establecer nuevas reglas internacionales que pongan coto a los efectos perversos de la globalización.

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Seis compromisos de acción

- Reforma de organismos internacionales. Los socialistas se comprometieron ayer a promover cambios sustanciales en el FMI, el BM o la OMC. Pero la reforma que propuganan es más profunda: acabar con los flujos incontrolados de capitales, culpables en opinión de los socialistas de las continuas crisis financieras, y colocarlos bajo el foco fiscalizador constituye su respuesta a un fenómeno que amenaza con contaminar el sistema democrático."Sin transparencia y control, perdurando paraísos fiscales, será cada día más difícil luchar contra el blanqueo de capitales procedentes de prácticas corruptas enraizadas en algunos países y de flujos contaminados con origen en la criminalidad organizada internacionalmente", se afirma en la llamada Declaración de París, adoptada ayer por el Congreso.

A juzgar por el texto aprobado, los partidos socialistas creen que la deriva de los capitales financieros constituyen una amenaza en toda regla a la seguridad de las naciones. "El campo de la paz internacional, de la seguridad, tiene hoy una dimensión económica y financiera", dicen, "que tenemos que enfrentar con valentía desde las posiciones progresistas. Por eso es urgente asegurar una mayor transparencia del sistema financiero internacional; imponer reglas de prudencia a todas las instituciones financieras, incluso a los fondos de inversión especulativos y a la entidades extraterritoriales; abolir los paraísos fiscales; (...) involucrar a las entidades prestamistas en la resolución de las crisis que contribuyen a provocar".

Como prueba de esa determinación, la Internacional Socialista reclamó ayer la creación de un Consejo de Seguridad Económica bajo los auspicios de la ONU.

Los delegados aprobaron igualmente la resolución que reclama la reforma de la ONU y la ampliación del número de componentes de su Consejo de Seguridad, de forma que este organismo sea más "democrático" y "representativo de la nueva realidad".

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Frente al capital triunfante y el predominio de las leyes del mercado, los partidos socialistas reclaman la primacía y la autonomía de la política como único instrumento que puede permitir defender los intereses generales. "Constatamos que hay sociedades con mercado y sistemas autoritarios, en tanto que no hay sociedades democráticas sin mercado. Por eso, no confundimos mercado y democracia. Hay valor para los seres humanos, más allá de la optimización del beneficio".

- Paz y la seguridad. Tras destacar que "un mundo sin compromisos y sin reglas tiende a la desigualdad y a la fractura", los socialistas se dicen decididos a "combatir", esa visión que, dicen, "está generando desconfianza e incertidumbre, desigualdad y conflicto en todos los rincones del planeta".

- Lucha contra la pobreza y el hambre. En este terreno, objetivo prioritario de la izquierda, la Declaración de París compromete a los partidos socialistas a condonar la deuda de los países pobres en un plazo inmediato. "El año 2000 debe ser decisivo", dicen, "para que la anulación de la deuda de paso al relanzamiento de las inversiones en los países concernidos". Los socialistas apuntan que en la lucha contra la pobreza deben desarrollarse estrategias específicas para las mujeres, cuyas condiciones de vida están siendo agravadas, por el fenómeno de la globalización.

- Derechos humanos y democracia. Los partidos y organizaciones de la Internacional Socialista asumieron "el derecho de injerencia por razones humanitarias" y proclamaron su negativa a "amparar la impunidad de los dictadores que violan los derechos humanos universales". Pese a la contundencia del rechazo, los representantes chilenos tienen intención, según la prensa de su país, de presentar una resolución al Congreso que deslegitime la demanda española de extradición de Augusto Pinochet. "Ninguna razón de Estado, ninguna pretendida diferencia de identidad, puede justificar el genocidio o la limpieza étnica, ni amparar la impunidad de los dictadores", se indica en la declaración aprobada.

- Protección del ecosistema. La protección activa del ecosistema y la necesidad de salvaguardar valores como la identidad cultural, la integridad, la dignidad o la intimidad amenazados, a su juicio, por una revolución tecnológica, en sí misma positiva, se incluyen en el listado de compromisos.

- Regionalismo abierto. Ante la supremacía norteamericana, que ha sucedido a la bipolarización y a la política de bloques, el XXI congreso de la Internacional Socialista propone, inspirándose en el proyecto europeo, un mundo regionalizado, de soberanías compartidas que permita a los Estados-naciones desarrollar más eficazmente sus economías y aportar un "nuevo equilibrio" en la búsqueda de la paz y la seguridad, en la defensa del medio ambiente y en la transferencia de las nuevas tecnologías.

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