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Los sondeos de los populares les conceden entre 5 y 19 escaños más que en 1996

Javier Casqueiro

Las últimas ocho encuestas, cuantitativas y cualitativas, encargadas por el PP a distintas empresas del sector con vistas a las elecciones generales de marzo les dibujan un escrutinio tan abierto que se presta a cualquier interpretación. El peor balance les concede cinco diputados más que los 156 actuales, es decir 161 escaños y una dependencia similar a la que padecen ahora de CiU. La mejor proyección les otorga 19 actas más y casi la mayoría absoluta. La hipótesis más creíble se sitúa en el centro de esa banda, con unos cuatro puntos de ventaja. Los riesgos, por tanto, son evidentes, sobre todo si se recuerda la capacidad del PSOE de recortar predicciones agoreras en las últimas semanas de campaña.En el PP, además, han observado a través de esos sondeos que el hundimiento de IU puede ser verdaderamente espectacular en las elecciones generales. Tienen datos que rebajan sus 17 diputados en estos momentos a sólo siete o como máximo nueve. Los expertos del PP les aseguran, eso sí, que no todos esos votos de IU se fugarán mecánicamente al PSOE. Afirman que muchos se refugiarán en la abstención. Las encuestas cualitativas les revelan que algunos votantes de perfil centro-progresista podrían recalar entre sus filas. Y confían, sobre todo, en que el PSOE pague electoralmente algunas de las actuaciones emprendidas tras las pasadas elecciones autonómicas en forma de pacto con fuerzas de muy diversa índole. Ésa es la predicción que se hacen los populares en Baleares.

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El caso de Aragón es peculiar y, por esta razón, el PP ha encargado y recibido estos días una encuesta específica sobre esta comunidad. El PP podría esperar que el PSOE sufriese ahí algún desgaste por su acuerdo para el gobierno autonómico con el Partido Aragonés Regionalista (Par), hasta ahora aliado de los populares. El resultado del análisis demoscópico del PP dibuja un futuro incierto. PP y Par sumaron hace cuatro años en Zaragoza cuatro diputados y el PSOE se quedó con tres. El Par concurrirá ahora al margen del PP y probablemente con la Chunta Aragonesista. Esa alianza podría hurtarle al PP entre uno y dos escaños en esa provincia. Y podrían perder otra acta tanto en Huesca como en Teruel en beneficio del PSOE.

El repaso preelectoral por provincias reparte alegrías y disgustos. En Cataluña sigue sin verse claro el primer diputado por Girona, pero podrían incrementarse los seis de Barcelona. También Ciudad Real, Burgos, Jáen y Cáceres son circunscripciones donde el PP prevé pérdidas. Y ganancias en Madrid, Valencia, Sevilla o Córdoba. El escaño de Ceuta y y el de Melilla, tras la renuncia del GIL, se consideran como hasta ahora cosa propia.

Un grave problema aún por evaluar para el PP y para el PSOE es el auge del BNG, al que especialistas electorales de los populares auguran un grupo parlamentario propio de hasta seis diputados.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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