"Un premio que realza la relación entre la salud y la paz", según la OMS
Decepción entre los disidentes chinos
Médicos sin Fronteras recibió ayer numerosas felicitaciones por la concesión del Premio Nobel de la Paz. Las autoridades francesas lo recibieron como "un gran honor para Francia". Gro Harlem Brundtland, directora de la Organización Mundial de la Salud, dijo que con ello se subraya "la indudable relación entre la salud y la paz". Numerosas ONG y organismos humanitarios aseguraron que el galardón supone un reconocimiento a la labor solidaria. La única sombra fue la decepción de los disidentes chinos Wang Dan y Wei Jinsheng, que vieron frustradas sus esperanzas de lograr el Nobel y, con ello, un espaldarazo internacional a la causa de la democracia en China.
Las felicitaciones fueron especialmente numerosas en Francia donde Médicos sin Fronteras fue creada. El presidente francés, Jacques Chirac declaró ayer que espera que el premio a Médicos sin Fronteras recompense a "esas personas que encarnan, de alguna manera, un progreso de la conciencia universal".La ministra de Trabajo francesa, Martine Aubry, estimó que el galardón es "un honor para Francia". "Estamos orgullosos de esos médicos franceses. Ellos han dado, desde Biafra hasta Kosovo, un auténtico sentido al principio de compromiso y demuestran que, junto a lo peor, los hombres pueden a veces aportar lo mejor del ser humano", añadió.
Para Bernard Kouchner, actual administrador civil de la ONU en Kosovo y uno de los cofundadores de la organización, el galardón constituye un "acontecimiento esencial hacia ese humanismo e internacionalismo, en el buen sentido de la palabra" al que siguen aspirando quienes contribuyeron a la puesta en marcha de la organización.
Una de las reacciones más emotivas fue la de Gro Harlem Brundtland, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien aseguró ayer que la concesión del Premio Nobel de la Paz a Médicos sin Fronteras subraya "la indudable relación entre la salud y la paz."
El secretario de la ONU, Kofi Annan, calificó el premio como una "victoria para las víctimas" de las catástrofes humanitarias.
En España tampoco faltaron las felicitaciones y muestras de alegría. El ministro de Sanidad y Consumo, José Manuel Romay Beccaría, envió ayer un telegrama de felicitación al presidente de Médicos sin Fronteras en España, Miguel Ángel Pérez, por la concesión del galardón, en el que señala que "no hay lucha más noble que la que tiene por objetivo ayudar a los más marginados".
La Coordinadora de ONG para el Desarrollo, que agrupa a cien organizaciones que trabajan en cooperación internacional y solidaridad, expresó ayer su satisfacción por la designación.
La presidenta de la organización Medicus Mundi, Nieves Zabala, también dio su enhorabuena por el "reconocimiento social" que supone a la labor solidaria.
La otra cara de la moneda a la lluvia de felicitaciones a MSF, fue la decepción de los emblemáticos disidentes chinos Wang Dan y Wei Jinsheng a los que la organización humanitaria arrebató el galardón. Mientras el Gobierno chino respiraba de alivio, el movimiento disidente chino expresó su decepción y su tristeza. "La entrega del Nobel de la Paz a Wang y Wei hubiera sido un acto de reconocimiento internacional a los cientos de miles de activistas encarcelados o muertos durante cinco décadas de dictadura comunista", declaró ayer Lu Siqin, portavoz del Centro de Información de Derechos Humanos y Movimiento Democrático en China.
El jueves, el Gobierno chino dijo que sería "una ofensa brutal" la concesión del Nobel a los disidentes que califica de "criminales". Ayer, la policía china mantuvo ocupado el apartamento de la familia de Wang Dan hasta que se hizo pública la designación.
