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La Comunidad rechaza la cuarta pista de Barajas porque afecta a un área protegida

Vicente G. Olaya

La ampliación de Barajas dañará una zona de importancia natural situada junto al río Jarama. Los técnicos del Ministerio de Fomento han dibujado la cuarta pista justo sobre un lugar de interés comunitario (LIC), zona que, dados sus valores naturales, el Gobierno central había presentado como candidata a lograr la máxima protección medioambiental de la Unión Europea. La Consejería de Medio Ambiente anunció ayer que se opondrá a las obras.

El ruido que producirán los aviones del futuro Gran Barajas no sólo afectará a las viviendas donde viven unas 8.000 familias, sino que más de 150 hectáreas de terrenos con especial protección (masas forestales y lugares de interés comunitario, principalmente) sufrirán el daño de las excavadoras, según reconoce el Plan Director de Barajas, documento que diseña el crecimiento del aeropuerto.Peces y aves, siempre según el Plan Director, tendrán que cambiar de hábitat para no morir por falta de agua o alimento. De hecho, el Ministerio de Fomento destaca que habrá que tomar medidas correctoras "que eviten la muerte de los peces", que será necesario "el traslado de colonias" de aves esteparias a nuevos sitios y que se alterarán de "forma irreversible" saucedas adyacentes a Barajas, así como el 1% de un lugar de interés comunitario que coincide con la vega del río Jarama.

Red Natura 2000

La Consejería de Medio Ambiente avanzó ayer que presentará alegaciones contra estos planes, por los daños que la ampliación ocasionará en una zona que dentro de dos años formará parte, junto con otras muchas de toda Europa, de la denominada Red Natura 2000, conjunto de hábitats europeos protegidos.

El Plan Director concreta que la ampliación se extenderá sobre unas 158 hectáreas de zonas protegidas en los términos municipales de Madrid, Paracuellos y Alcobendas. El documento reconoce además que las especies arbóreas más afectadas serán los alisos, álamos, sauces, fresnos, pastizales y pinares. "En lo referente a los hábitats naturales, serán alterados de forma irreversible la sauceda con juncales del arroyo de la Vega, ya que la [cuarta] pista lo cruzará, por lo que será imprescindible su canalización y entubamiento", señala el documento.

Pero "la afección más notable se producirá con las obras de encauzamiento del río Jarama, en la zona de la Huerta de la Quintana. De esta manera se verá afectado el LIC propuesto por la Comunidad y presentado por el Gobierno central a la UE. También se verá afectado el LIC en todas aquellas zonas donde se ocupe la zona de policía (100 metros a ambas orillas del Jarama) como ocurre en el caso del Soto Caño, en Alcobendas, donde la zona de seguridad de la cuarta pista invade la zona de policía del río y por tanto la superficie delimitada como LIC". No obstante, para los redactores del plan, "el efecto puede calificarse de mínimo, ya que sólo afectará a menos del 1% de la superficie total del LIC, cuya superficie aproximada es de 38.000 hectáreas".

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Juan del Álamo, director general del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, no opina lo mismo. Ayer avanzó que la Comunidad presentará alegaciones contra las obras para minimizar su impacto. La Comunidad, en el caso de que finalmente se lleven a cabo los trabajos, reclama medidas compensatorias para este LIC, uno de los siete que se pretende crear en Madrid.

Pero no sólo serán las especies arbóreas las que deberán hacer frente al asfalto de las pistas. Los animales, también. "La ocupación del suelo", explica el documento, "podrá afectar a especies como el aguilucho cenizo, cernícalo primilla, sisón y avutarda, especies que podrían ver mermada su área de alimentación". El crecimiento aeroportuario, "en principio", no afectará "ni a las lagunas ni a los pinares" donde habitan especies esteparias como las avutardas, sisones, gangas y ortegas, pero, "al inteferir [las obras de las nuevas pistas] en las rutas cotidianas que estas aves realizan en busca de alimento, podría ser necesario el traslado de las colonias a nuevos emplazamientos".

Lo mismo ocurrirá con los peces del río Jarama, cuyo curso tendrá que ser desviado más de dos kilómetros para hacer sitio a las nuevas pistas. "En el caso de los peces", dice el Plan Director, "las obras de desvío pueden acarrear la muerte directa por la desecación del tramo afectado y por la acción de la maquinaria".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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