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CULTURAEL FILÓSOFO INAUGURA LA CÁTEDRA DE LAS TRES RELIGIONES

Reyes Mate afirma que la política debe responder a las preguntas de las víctimas

Ferran Bono

El filósofo Manuel Reyes Mate abrió ayer el curso de la nueva cátedra de las tres religiones de la Universidad de Valencia con una reflexión fundamentada en el holocausto judío. Una experiencia que marca una época y que reafirma la necesidad de que la democracia debe "escuchar a los que han padecido la injusticia", siendo la política "el lugar de las preguntas de las víctimas", y reclamando del político que sea justo como persona. Sólo así se podría hablar de una auténtica democracia, "que poco tiene que ver con la democracia procedimental liberal".

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De esta forma resumió el prestigioso estudioso de la religión desde diversas ópticas, incluyendo el marxismo, su intensa intervención en la que reivindicó el "carácter universal" del judaísmo y "su enorme actualidad", a pesar de ser una cultural "marginada y olvidada" por Occidente. Aludiendo a la idea de Walter Benjamin de que hay acontecimientos que resumen toda una vida, Reyes Mate señaló que el "holocausto explica todo el siglo XX", en el sentido de que no fue un accidente de la historia sino el final de un proceso que desemboca en lo que denomina "biopolítica". "Lo que define la política moderna, el liberalismo no es la libertad, sino el cuerpo, el bienestar material, la salud, la seguridad", agregó el director del Instituto de Filosofía del CSIC. Sostuvo que lo sustantivo del poder, del soberano, es "que puede suspender los derechos del hombre", por lo que la legalidad siempre nace de un estado de excepción, argumentó el autor del libro Memoria de Occidente, quien se refirió a los campos de concentración para ilustrar esta situación, en la que se reproduce la división social de la Edad Media en la que la plebe es sometida por la nobleza. Reyes Mate calificó de falacia equiparar la democracia liberal, la biopolítica, y su extensión por todo el mundo tras la caída del muro de Berlín como el único sistema justo y posible. Argumentó que es falsa la tesis de que la biopolítica supone "la existencia justa" y agregó, citando a Benjamin, que sólo "en la expresión de la injusticia cabe hablar de justicia". En este sentido, se puede emplear metodológicamente un acontecimiento como el holocausto para perfilar una teoría de la justicia atendiendo a tres figuras indicativas: el que los prisioneros llamaban el musulmán, que es el que ha alcanzado el mayor grado de deterioro físico y mental, y es inmoral porque ha perdido cualquier dignidad, lo que es objeto de un nueva ética; el testigo, que habla del musulmán y a partir del cual se formula preguntas sobre el sentido de la poesía, del arte, de la belleza, de Dios, después del holocausto; y el justo, papel representado para Reyes Mate por una joven holandesa que sobrevivió al holocausto y que intenta salvar lo más divino del hombre pasando por encima de las circunstancias, uniendo la actividad política con el ser del político, es decir, que para hacer política se ha de ser justo.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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