_
_
_
_

El canguro inglés y los delfines de Sergéi Bubka

Santiago Segurola

Jonathan Edwards se aproxima al crepúsculo de su carrera con la condición de favorito en la prueba de triple salto. Este atleta ligero como una pluma revolucionó su especialidad en el año 1995, y más concretamente en los Mundiales de Gotemburgo. Superó la barrera de los 18 metros, batió récord del mundo con 18,29 y dejó preguntándose a la gente por las razones de una progresión tan tardía. Contaba entonces 29 años. En gran parte, la explicación residía en las horas de entrenamiento que le quitaba su trabajo en un hospital de Newcastle y a su estricta observancia de la Biblia. Por ese motivo no compitió durante años cuando la prueba se disputaba en domingo. Luego dijo que si Dios le había dado algún talento sería un desagradecido por no aprovecharlo. Desde entonces salta los domingos y domina con bastante frecuencia la prueba de triple. En el caso de Sergéi Bubka, ausente en Sevilla, su dominio fue total en los Mundiales desde 1983. Ganó todos. Sus delfines, el ruso Tarasov, el alemán Lobinger, el francés Galfione, tendrán por fin la oportunidad de saltar liberados de la sombra del gran Bubka.

Más información
Duelo sobre la arena de La Cartuja

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_