La policía militar de Río de Janeiro es la que más mata del mundo

Según una investigación realizada por el Instituto Superior de Estudios de Religión de Brasil, uno de los más prestigiosos de América Latina, la policía de Río de Janeiro es la que más mata del mundo. El estudio abarca desde enero de 1993 a julio de 1996 y se calcula que, si acaso, el fenómeno se ha agravado en los últimos tres años. El estudio comparativo se ha llevado a cabo con las otras ocho ciudades de las Américas consideradas de las más violentas del mundo como Chicago, Nueva York, Filadelfia, Los Ángeles, Houston, Buenos Aires, Jamaica y São Paulo. Para analizar la policía que más mata se ha tomado como índice la relación entre heridos y muertos por la policía en sus funciones. En Río de Janeiro es de 2,7 personas muertas por cada herido, contra 0,5 en Nueva York; 0,7 en Los Ángeles, y 0,3 en Chicago. Las que más se aproximan a Río son la tambien brasileña São Paulo, con 2; Jamaica, con 0,9, y Buenos Aires, con 1,5. Los casos estudiados muestran que la mayoría de los disparos recibidos por los fallecidos eran mortales y que muchos de los heridos fueron disparados pese a que ya estaban reducidos por los agentes. La investigación fue patrocinada por el Banco Interamericano de Desarrollo de Brasil (BID) como parte del proyecto Policía y Sociedad Democrática del Centro de Estudios de Desarrollo de Chile. Según el sociólogo Ignacio Cano, alma de la investigación, el fenómeno de la peligrosidad de la policía en Río de Janeiro y São Paulo se debe a una triste herencia de los colonizadores portugueses, que crearon una fuerza policial para reprimir a los esclavos. Era una policía militarizada, con poca preparación y que respondía a las exigencias de la población, que pedía mano dura contra los esclavos. Si entonces el mejor esclavo rebelde era el esclavo muerto, hoy el mejor bandido es el bandido muerto. Lo que ocurre es que en la mayoría de los casos se trata de jóvenes que aún no han alcanzado los veinte años. De hecho, la policía hoy mata el doble en las favelas de Río que en las calles de la ciudad.