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Torrevieja agota su suelo tras crear una urbe capaz para 500.000 turistas El Ayuntamiento recalifica terrenos protegidos

Doce años después de que entrara en vigor el actual Plan General de Ordenación Urbana, Torrevieja ha agotado toda la reserva de suelo disponible para edificar. El municipio ha crecido tan por encima de las previsiones que las autoridades locales han optado por abusar de una fórmula legal para favorecer el negocio inmobiliario: la modificación puntual del planeamiento para recalificar suelo protegido. En apenas una década, se ha configurado una planta de viviendas capaz de acoger a más de 500.000 personas.

Torrevieja, que basa su oferta turística en apartamentos y adosados, ha superado en capacidad a Benidorm, lo que le ha valido un toque de atención de la Administración autonómica, que insta al alcalde a revisar su plan de desarrollo para ordenar el territorio. El Plan General de Torrevieja se aprobó en 1986, y fue publicado en enero de 1987. Aunque en principio ese documento fijaba las bases del desarrollo urbano para una década, pronto se demostró incapaz de dar cobertura a la vorágine constructora que caracteriza a este municipio costero de la comarca de La Vega Baja. Con el PP en el poder local, el Ayuntamiento debió revisar el planeamiento cada cuatro años, pero no lo hizo en 1991, ni tampoco en 1995. Aquí, como en otros puntos del litoral valenciano, se ha optado por introducir modificaciones puntuales para liberar suelo y favorecer la construcción de nuevas urbanizaciones, por lo general de calidad medio-baja. Paralelamente los munícipes, dirigidos por el popular Pedro Ángel Hernández Mateo, han liberalizado las alturas en el casco urbano, donde ahora se permiten hasta 23 plantas, cuando antes no se podía pasar de cinco. La presión urbanística se ha desarrollado en Torrevieja de forma increíble en esta década. La población censada se ha duplicado hasta casi alcanzar los 50.000 habitantes, pero en los apartamentos y chalés caben más de 500.000 personas. En enero, Hernández Mateo recibió el primer aviso de la Consejería de Urbanismo, que le instó a revisar el planeamiento, la única forma legal de frenar las constantes recalificaciones de terreno, que suman más de 60 expedientes. La justificación siempre es la misma: hay que dar respuesta al mercado. PASA A LA PÁGINA 3

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