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Arenas exige la renovación del PP para elevar su techo electoral con la captación del voto moderado del PSOE

Javier Casqueiro

Con los pactos poselectorales aún por digerir, el PP prepara sus siguientes citas con las urnas y, sobre todo, las elecciones generales. Su secretario general, Javier Arenas, convocó ayer en Génova a los responsables regionales y provinciales para reforzar su moral tras los reveses propiciados por los pactos del PSOE y encomendarles, entre otras tareas, la renovación inexcusable en los congresos internos de este otoño con vistas a aumentar electores.Arenas sostuvo que todos los candidatos populares y el propio presidente del Gobierno, José María Aznar, necesitan esa renovación para, "con una buena gestión y un partido unido", afrontar que no tienen "techo electoral". El secretario general vaticinó que esa meta de sumar más sufragios, que no cuantificó en la mayoría absoluta, es posible "porque el PSOE ha perdido a muchos de sus electores moderados" tras el 13-J. Su encuentro con los responsables territoriales le sirvió, en realidad, a Arenas para efectuar su enésimo balance triunfal del resultado de los comicios europeos, autonómicos y municipales. La conclusión, ayer, fue la misma que en la madrugada electoral: el PP lo ha ganado todo, no está solo porque ha recibido millones de votos y todo le va bien o, en su defecto, fue el electorado el que se confió por los buenos augurios de las encuestas.

Uno de los dirigentes definió la charla como esos ejercicios espirituales que las multinacionales o grandes empresas programan con sus ejecutivos para reafirmarse.

Arenas, eso sí, pidió a sus compañeros que cuiden más y mejor su movilización con vistas al otoño. Será entonces cuando habrá elecciones autonómicas en Cataluña y probablemente en Andalucía -ambas, con malos pronósticos para el PP-, cuando tome cuerpo el programa de las generales y cuando se celebre la Asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en la que el PSOE pretende desbancar a la popular Rita Barberá.

El secretario general precisó que ese tipo de operaciones "se consigue en las urnas, no en los despachos". Fue la disculpa para arremeter contra los socialistas por las alianzas que han establecido tras las elecciones y que tantos resultados les han reportado.

Insistió en que esas "barbaridades", entre las que citó los acuerdos con el BNG, en Galicia, o con ERC y el PSM, en Baleares, pasarán factura electoral a los socialistas. Cree que el PSOE "no está muerto" porque tiene, como el PP, un suelo de votos del 30%, "pero sí tocado". Y recalcó que se radicaliza y escora a la izquierda mientras pierde coherencia, sentido de España y la ubicación en el centro político. Por contra, dijo que el PP ha ganado simpatizantes y electores por no pactar con cualquiera para mantenerse o lograr el poder.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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