Dificultades en Teherán
Las violentas manifestaciones que sacuden estos días Teherán y otras ciudades son una inusual expresión pública de tensiones profundamente arraigadas. (. . .) Paradójicamente, las protestas podrían reforzar al presidente reformista Jatamí o provocar una fuerte reacción conservadora ( ). El Irán moderno está fundado en dos presupuestos aparentemente contradictorios: un estado islámico gobernado por clérigos y una república gobernada por el pueblo. (...) Mientras Jamenei (...) debe su posición a Jomeini, Jatamí debe la suya a su arrolladora victoria electoral en 1997. (...) Al menos sobre el papel, Jamenei tiene un enorme poder: controla la política exterior, el poder judicial, el Ejército, la policía, los medios de comunicación y los Guardianes de la Revolución. Pero en la práctica es Jatamí quien (. . .) ha buscado el consenso al tiempo que impulsaba la descentralización de la toma de decisiones, se centraba en la corrupción oficial (...) y relajaba las restricciones de prensa. Es Jatamí quien ha empezado a romper el aislamiento internacional de Irán. (...)
El de Jatamí es un camino prudente que sopesa lo temporal y lo espiritual en un país donde el punto medio no es muy frecuente. (...) No irá tan rápido como algunos quisieran, en especial los jóvenes, pero para Hezbolá ya ha ido demasiado lejos. Estas protestas suponen en parte la frustración por la lentitud del cambio. (...) Dadas las escasas opciones disponibles, la idea unificadora de Jatamí de un estado islámico reformista gobernado por la urna es algo que merece la pena que aguante.
14 de julio
