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EL CAMINO HACIA LA PAZ

Una nueva Administración civil

Xavier Vidal-Folch

Encauzados los tres grandes problemas políticos -retirada de las tropas yugoslavas, el papel de Rusia y la desmilitarización de la guerrilla independentista-, ahora queda en manos de Naciones Unidas establecer una nueva Administración civil para Kosovo, en complicidad con las fuerzas políticas de la provincia serbia. Lo más urgente es que funcionen lo servicios públicos, abandonados por los serbios. El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, expulsó de la función pública a 130.000 albanokosovares.

Ayer ya hubo agua corriente en Pristina, y algunos barrios empezaron a recuperar el teléfono, del que les había excluido el régimen yugoslavo. Sin agua ni teléfono se complica el retorno de los refugiados.

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Luego, vendrá la Justicia. Sergio Vieira de Mello, jefe de la Administración Interina en Kosovo (Unmik), anunció que cuatro exmagistrados albanokosovares se han comprometido a volver a los puestos de los que les echó Milosevic. Y la policía: se reclutarán entre 3.000 y 4.000 hombres. El último paso, según los aliados, será la reconstrucción de las infrastructuras y alcanzar un acuerdo entre los partidos para vertebrar políticamente esta castigada sociedad.

Ayer, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, nombró a dos representantes especiales adjuntos para la Unmik. El francés Dominique Vian, actual prefecto de la región de Guyana, trabajará en la Administración civil. El neozelandés Dennis McNamara, enviado de ACNUR en la zona, se encargará de los refugiados y de la asistencia humanitaria.

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