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El PSPV ratifica su hegemonía en el "cinturón rojo"

El irresistible ascenso del PP en las elecciones autonómicas no ha tenido reflejo en los resultados de -capital aparte- los municipios más grandes de la provincia. Con datos ya significativos pero aún provisionales, el PSPV ha revalidado su mayoría absoluta en Torrent, gobernará Gandia si repite pacto con los dos ediles del Bloc Nacionalista Valencià y, una vez más, ha sido la lista más votada en la mayoría de las localidades del área metropolitana de Valencia. El mito del cinturón rojo -urbes de acelerado crecimiento demográfico durante los años 60 al abrigo del desarrollismo- persiste. Así, la lista socialista ha sido la más apoyada en Alaquàs, Aldaia, Burjassot, Quart de Poblet, Torrent o Xirivella, ciudades en las que gobernará, de nuevo, con mayoría absoluta. Ahora bien, lejos de la zona de influencia de la capital las cosas cambian. El PP seguirá gobernando Xàtiva y Requena y los pactos postelectorales decidirán el color del alcalde de varias localidades -Cullera, Sueca, Sagunto- con un panorama político tan complicado como concurrido. En Alzira, un municipio en cuyo ayuntamiento coexistirán seis formaciones, se podría repetir un pacto que privara de la alcaldía a los dos listas más votadas: las del PP y el PSI, que suman diez ediles. El resto de partidos suman 11 concejales. En la provincia de Valencia, como en el resto de la Comunidad Valenciana, el PP -47,4 % de los votos, de 16 a 21 escaños- y el PSPV-33, 1%, de 12 a 14-, crecen. Los segundos, probablemente favorecidos por su unión electoral con Nova Esquerra y la consiguiente pérdida de apoyo padecida por EU. Los primeros, ayudados por un factor de ámbito casi provincial. De hecho, la circunscripción más poblada de la Comunidad Valenciana ha visto desaparecer la singularidad que suponía el regionalismo de carácter provincial encarnado en UV para comportarse, por una vez, como el resto del territorio. El desplome de UV, que obtuvo 138.000 votos y cuatro diputados en Valencia en los comicios de 1995, ha sido más que evidente: No tendrá representante alguno en las Cortes Valencianas por primera vez desde 1987. El aún presidente de las Cortes Valencianas, Héctor Villalba, ni siquiera será diputado. Del fracaso de UV, que apenas ha obtenido un 6% de los votos, se ha beneficiado directamente el PP. La fuerza liderada por Eduardo Zaplana ha incrementado en cinco sus escaños por la provincia y ha apuntalado, así, su mayoría absoluta. Es evidente que los populares han explotado el derrumbamiento de la formación nacida bajo el liderazo de Vicente González Lizondo. Sus resultados en las elecciones de ayer abren un proceso impredecible en un partido, sin ya apenas representación institucional, que ha permitido con sus votos que el PP comandará la Generalitat durante los últimos cuatro años. Y si el PP ha fagocitado a sus hasta hace poco socios de gobierno, el PSPV se ha aprovechado, o ha coadyuvado, de la caída de EU. Los socialistas ganan dos diputados en Valencia (pasan de 12 a 14), mientras que EU (6,7% de los votos) pierde tres. De los cinco que obtuvo en 1995 tan sólo repetirán dos, al 30% del escrutinio. EU también ha padecido una notable disminución de votos en casi todos los municipios en que tenía representación.

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