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El obispo Belo avala la tregua entre los grupos enfrentados en Timor Oriental

Los grupos armados partidarios, por un lado, de que Timor Oriental siga siendo parte de Indonesia, y por otro, de que sea independiente firmaron ayer un alto el fuego por el que se comprometen a poner fin a una violencia que en las últimas semanas ha costado decenas de vidas. El acuerdo fue patrocinado por el obispo y premio Nobel de la Paz Carlos Belo y por el jefe del Ejército indonesio, general Wiranto. El pacto fue recibido con escepticismo por los independentistas exiliados, empezando por el Nobel de la Paz José Ramos-Horta.

"Las partes enfrentadas se comprometen a pedir contención a sus seguidores", dice el documento, en palabras de un colaborador del obispo Belo. El general Wiranto firmó como testigo de la ceremonia, celebrada en la residencia del obispo, la figura más respetada en el territorio, de mayoría católica. El líder de la resistencia, Xanana Gusmão, remitió su compromiso escrito por fax desde la "residencia especial" de Yakarta, donde cumple 20 años de cárcel y a la que fue trasladado en febrero para facilitar la solución del conflicto. Por los integracionistas firmaron también el jefe de los paramilitares, João Tavares, y Domingo Soares.

A la salida del acto, Wiranto declaró que adoptará "las acciones pertinentes, de acuerdo con la ley, contra el que rompa la tregua". Sin embargo, reconoció que sólo la voluntad de respetar el acuerdo acabará con la violencia.

Aunque no ha sido incluido el desarme, Basilio Arroyo, uno de los dirigentes de las milicias anexionistas, expresó su confianza en el pacto y comentó que Wiranto les había comunicado que a partir de ahora "nadie está autorizado a usar ningún tipo de arma". Para Manuel Carrascalao, signatario del acuerdo y portavoz del Consejo Nacional de la Resistencia Timorense -quien perdió a su hijo de 17 años en una matanza perpetrada el sábado por los integracionistas-, la tregua sólo funcionará si los militares quieren. Testigos y organizaciones defensoras de los derechos humanos han acusado de pasividad a las Fuerezas Armadas por no contener la violencia de las últimas semanas en la ex colonia portuguesa. En esta línea se manifestó ayer desde EEUU Ramos-Horta, quien compartió el Nobel en 1996 con Belo: "Ellos son los que han planificado y dirigido la violencia".

La firma se produjo el mismo día que el Parlamento de Yakarta aprobaba un amplio plan de autonomía para las 27 provincias. Indonesia es un archipiélago de 200 millones de habitantes, 5.000 kilómetros de extensión, 17.000 islas y más de 300 grupos étnicos en el que se dan fuertes tensiones secesionistas y religiosas.

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