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La Diputación de Vizcaya cierra el último trámite para el inicio de la construcción de los túneles de peaje de Artxanda

Apenas falta un mes para que entren las excavadoras y comience la construcción de la primera autovía de pago de Vizcaya que servirá para conectar Bilbao con el aeropuerto de Sondika en diez minutos. El Consejo de Gobierno de la Diputación de Vizcaya aprobó el pasado martes de forma definitiva el plan especial para el desarrollo de los túneles de Artxanda, según informó ayer el portavoz de la institución foral, José Luis Bilbao. El acuerdo se notificará a los ayuntamientos de Bilbao y Sondika, municipios afectados por el plan, y después se publicará en el Boletín Oficial de Vizcaya junto con la normativa urbanística. La Diputación ha decidido no alterar el plan inicial y ha desestimado las siete alegaciones presentadas, por considerar que ninguna "contiene aspectos que deban estimarse". Entre ellas se ha rechazado la apoyada por la Subdelegación del Gobierno en Vizcaya, y varias suscritas por distintas comunidades de propietarios. El proyecto tiene un presupuesto de unos 15.000 millones y con él se materializa la nueva política de financiación de obras viarías en Vizcaya. La empresa concesionaria del proyecto está encabezada por Europistas y la BBK, que será a partir de ahora la única responsable de la ejecución del proyecto, según señaló José Luis Bilbao. Las previsiones sitúan la fecha de apertura de la autovía de pago en el año 2001 y a través del peaje se pretende recaudar 1.272 millones de pesetas durante el primer año. El plan incluye tres corredores y túneles, que forman un triángulo. La Diputación pretende ordenar los enlaces de La Salve y Ugasko, en el término municipal de Bilbao, los túneles del mismo nombre, situados en la capital y Sondika, y su enlace con el corredor del Txoriherri en Sondika. Todo para crear dos nuevos accesos directos por carretera al núcleo urbano de Bilbao, en el barrio de Deusto y en el Ensanche. Reparación del palacio foral Además de la aprobación de este plan especial, el Consejo de Gobierno de la Diputación dio también su visto bueno a la reparación integral del palacio foral. Para ello ha aprobado un presupuesto de 880 millones de pesetas, de los que doce se destinarán a la redacción del proyecto y 788, a la ejecución de las obras. Éstas consistirán fundamentalmente en la reparación del exterior del edificio de la Gran Vía, que el próximo año cumplirá su primer centenario de vida. La rehabilitación del inmueble abarcará también la reparación del tejado, adornos, modernización de la iluminación y los conductos del aire acondicionado, entre otros. Las obras se iniciarán el próximo verano y estarán concluidas para el 31 de julio del 2000, fecha en que se conmemorán los cien años del edificio. Asimismo, la Diputación acordó subvencionar con 99 millones la restauración de cuatro inmuebles religiosos propiedad del Obispado y que están catalogados como parte del patrimonio cultural vasco.

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