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Entrevista:

ARANTZA GANDIAGA MEDALLA DE PLATA DE "SNOWBOARD" "Sólo recibo felicitaciones y ninguna ayuda económica"

Arantza Gandiaga (San Sebastián, 1975) acaba de enfrentarse a los exámenes de Psicopedagogía con una medalla al cuello. Hace tres semanas disputó en Eslovaquia la final de la Universiada de Invierno de snowboard, una especie de surf en la nieve. A su regreso, ni siquiera sus amigos conocían su hazaña. Quedar segunda en estos juegos olímpicos entre universidades sólo le ha reportado alguna felicitación, pero nulas ayudas económicas. Sin embargo, está dispuesta a sacrificar tiempo y dinero para colocarse un dorsal en la próximos Juegos Olímpicos. Pregunta. Es extraño encontrar una mujer practicando esta especialidad. Respuesta. Es cierto. En los campeonatos las chicas somos una cuadrilla al lado de los chicos. Pero con el tiempo nos pondremos a su altura. P. ¿El snowboard va en serio o es un pasatiempo? R. Para tomárselo en serio hace falta mucho dinero. Yo pretendo llegar hasta el final, pero sé que no viviré de ésto.Si gano un campeonato empleo el dinero para participar en el siguiente, y así continúo. El año pasado me dieron 70.000 pesetas por ganar una carrera del circuito y, además, me sostengo con la ayuda de los patrocinadores y una pizca de picaresca aprovechando parte de la ropa que me dan. P. Defiéndase ante la fama elitista que acompaña al esquí. R. Es cierto que se necesita dinero, pero conforme pasan los años buscas trucos para abaratar costes, como alquilar pisos con los amigos o compartir los gastos de los viajes. P. ¿Porqué tachan de palilleros a los esquiadores que practican el alpino? R. Empezó cuando nos prohibían utilizar los arrastres o esquiar con tabla en las pistas. En alguna ocasión, recuerdo que tuve que utilizar un esquí viejo al que corté las puntas para subirme al remonte. De lo contrario, me impedían utilizarlo con la tabla. Aún hay gente que nos mira con cara rara por llevar la tabla, pero poco a poco ya se está superando. P. ¿Cómo es el circuito de snowboard? R. Hay una competición nacional y un circuito mundial compuesto por dos categorías, según la federación que la organice. Una es la Federación Internacional de Snowboard (ISF), de acceso limitado a profesionales, y otra la Federación Internacional de Esquí (FIS), que otorga puntos para acudir a los JUegos Olímpicos. Yo empecé en ésta porque no disponía de dinero para competir en la otra. Son muchos viajes, estancias y tiempo; un lujo muy caro. P. ¿Y qué ayuda recibe? R. De ningún tipo, salvo la de mis padres. Me arreglo vendiendo la tabla, gafas o ropa. En la Universiada, la Federación Internacional de Esquí Universitario (FISU) me pagó todos los gastos. En el resto de los campeonatos pierdo dinero con la inscripción, el alquiler de la casa, el abono y el forfait. Ahora, con la medalla de plata me han llamado de todos los lados, aunque las ayudas económicas son nulas. El Consejo Superior de Deportes me dijo que no; la Federación Vasca de Esquí, lo mismo; en la UPV sólo hay becas para fútbol, baloncesto y poco más. Una vez me dieron 25.000 pesetas del Gobierno vasco. Sólo recibo felicitaciones y ninguna ayuda económica. P. ¿El futuro se llama Juegos Olímpicos? R. Es mi ilusión, pero tendría que participar en el circuito FIS y no tengo dinero. La única posibilidad es que me subvencione la federación, pero este año no me han llamado. No pasa nada porque no corra este año, porque la Olimpiada es en el 2002. Entonces nos llamarán corriendo, como pasó en 1998 en Nagano, que nos citaron a última hora para competir.

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