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El PSOE denuncia siete supuestas firmas falseadas en sanciones a bares y terrazas

Antonio Jiménez Barca

La sospecha de que el falseo de firmas en las multas de la Policía Municipal no se circunscribe sólo al área de Tráfico toma cuerpo. El concejal socialista Eugenio Morales, tras bucear en la documentación municipal, ha encontrado siete sanciones a locales de ocio con firmas supuestamente falseadas entre los 11 expedientes que hoy se examinarán en la Comisión de Seguridad. Las sanciones están fechadas en 1994, 1995 y 1997 y afectan a locales de ocio que incumplieron los horarios de cierre nocturno. El PSOE pedirá hoy que se investigue "este nuevo escándalo".

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Tres de las siete sanciones denunciadas por Morales se refieren a la terraza Regines, situada en el Paseo de la Castellana. Por tres veces, el 20 de agosto y el 3 y el 4 de septiembre de 1994, el mismo agente, un cabo, acompañado de otro policía, inspeccionó y firmó la denuncia. Las correspondientes firmas de las ratificaciones, hechas todas el mismo día, el 29 de octubre de 1994, y en teoría por el mismo cabo que inspeccionó la terraza, no coinciden, aparentemente, con las de la primera denuncia. Curiosamente, estas tres ratificaciones están hechas por la misma persona. Entre los papeles examinados por el PSOE se cuentan casos más recientes: el 8 de febrero de 1997 otra pareja de agentes visita y sanciona a la sala Almonte, en la calle de Juan Bravo. Dice el acta de la denuncia que el local "infringe el horario de cierre". Y lo firman los dos agentes. La rúbrica de la ratificación no se parece a ninguna de las dos firmas. En noviembre de 1997 otra pareja de agentes inspecciona el local Col-Café, en la calle de Echegaray. Uno de los policías que firma la denuncia, el 5671.6, ratifica la sanción días después, pero la rúbrica que utiliza, según Morales "no se parece en nada a la de la denuncia". Las multas por saltarse el horario de cierre de bares de copas oscilan entre las 50.000 y las 300.000 pesetas.Actualmente, y por orden del alcalde, una docena de funcionarios del área de Hacienda examina una por una 178.162 multas de tráfico recurridas en busca de firmas falseadas por la Policía Municipal. El edil socialista pedirá hoy en la Comisión de Seguridad, "y a la vista de que el fraude crece", que se investiguen con el mismo celo "las sanciones a bares de copas que han impuesto los agentes desde 1994".

Morales dejó claro que él no ha emprendido "ninguna caza de brujas". "Sólo he examinado 11 expedientes porque, al azar, ésos son los que han venido a la comisión y he visto que en siete casos las firmas de la denuncia y la de la ratificación no coinciden. No está mal como estadística", ironiza el edil socialista. En esta comisión, que se carga de polémica tras el descubrimiento de Morales, sólo estaba previsto que el Ayuntamiento acudiera al Tribunal Superior para defender su postura en estas 11 sanciones, recurridas al juez por los dueños de los bares.

El primero en destapar que las sanciones a bares de copas podían esconder las mismas irregularidades que las multas de tráfico fue Luis Fernando Luján, abogado de tres locales de ocio de la calle de Huertas. El letrado, en cuatro escritos de alegaciones presentados al Ayuntamiento en 1997 y dos más en 1995, aseguraba que las firmas de la denuncia y de la ratificación no coincidían y pidió, incluso pagada de su bolsillo, una prueba caligráfica para despejar dudas. El concejal de Seguridad, José Ignacio Echeverría, a quien iban remitidas estas alegaciones, se negó. El abogado, tras esto, acudió al Tribunal Superior. Echeverría negó el martes que existan firmas falseadas en denuncias policiales de bares de copas y aseguró que las anomalías se limitaban a las multas de tráfico. "Mintió", replica el edil socialista Morales, que añade: "Alguien debe asumir sus responsabilidades políticas". Para el edil del PSOE "es una pena que sanciones a bares que estaban bien puestas y que intentaban proteger el sueño de los vecinos se tramiten tan mal".

El escándalo de la firmas falseadas saltó hace dos semanas,cuando el grupo muncipal socialista destapó un caso en una infracción de tráfico: al día siguiente, las empresas que hacen negocio ganando los recursos de los automovilistas multados por el Ayuntamieto denunciaron decenas de irregularidades más. El alcalde, personalmente, ordenó una investigación exhaustiva que, en un principio, iba a afectar a medio millón de multas de tráfico pero que al final se saldará con el examen de 178.162 sanciones.

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Exigencia empresarial

Los empresarios de locales de ocio, agrupados en la asociación de bares de copas de la Comunidad de Madrid (800 afiliados) exigieron ayer al alcalde que revise todas las multas puestas a estos establecimientos en los últimos cuatro años. "Si ha habido falsificación de firmas en las multas de tráfico, también habrá ocurrido con las sanciones a bares de copas, que son miles al año", señaló José Luis Salazar, presidente de la asociación de bares de copas.

Los empresarios aseguran además que, desde hace años, el Ayuntamiento ha incoado sanciones por ruido o infracción de horarios a los bares de copas sin cumplir con su propia normativa sobre notificación de denuncias.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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