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La derecha alemana vence a los rojiverdes en el Estado de Hesse

Pilar Bonet

La victoria de la CDU en el Estado federado de Hesse y el relevo de la coalición rojiverde local por una previsible coalición de demócrata-cristianos y liberales (FDP) crea serias dificultades al Gobierno federal alemán, compuesto por socialdemócratas y verdes para proseguir su política. El cambio de coalición en Hesse altera la correlación de fuerzas en el Bundesrat, al privar al Partido Social-Demócrata (SPD) de la mayoría que poseía en esta cámara, que representa a los länder o Estados Federados.

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Para entrar en vigor, las leyes que la coalición quiere promulgar deben ser aprobadas por el Bundesrat, donde el SPD pasará a tener 33 votos, del total de 69 de la cámara, en lugar de los 38 actuales. Este estado de cosas no tiene por qué ser definitivo, ya que este año se celebran otras varias elecciones regionales, ni tampoco tiene por qué bloquear totalmente la aprobación de leyes, pero supone un importante revés y obligará a los partidos de la coalición a maniobrar para conseguir el apoyo del bloque neutral (länder con coaliciones CDU-SPD o SPD-FDP), que tiene un total de 15 votos en el Bundesrat. La CDU tiene 22 votos en el Bundesrat.Para sorpresa de vencedores y vencidos, las elecciones de Hesse se convirtieron ayer en el primer gran revés popular del Gobierno rojiverde federal. Impulsada por la conservadora Unión Social-Cristiana de Baviera, la CDU transformó los comicios en un plebiscito sobre la doble nacionalidad, prevista por el proyecto de ley de ciudadanía del Gobierno. La campaña de la CDU, que provocó división dentro de este partido, ha movilizado el estado de ánimo xenófobo de la sociedad y, por lo visto, ha tenido éxito. Según los resultados provisionales difundidos anoche, la CDU había conseguido un 43,4% de los votos, lo que suponía 4,2 puntos más que en 1995, el SPD había logrado un 39,4%, lo que equivalía a un aumento de 1,4 puntos respecto a los anteriores comicios, y los Verdes se habían quedado en un 7,2%, tras registrar una pérdida de 4 puntos respecto a 1995. Los liberales del FDP consiguieron, con un 5,1%, superar la barrera del 5% necesaria para tener representación en el parlamento local, aunque perdieron 2,3 puntos.

Los resultados permiten a la CDU y al FDP gobernar en coalición en el parlamento local con una mayoría de 56 escaños respecto a los 52 que suman socialdemócratas y Verdes.

Mientras los primeros espadas del SPD callaban anoche, altos funcionarios socialdemócratas tales como la ministra de Justicia, Herta Däubler-Gmelin, y el secretario general del Partido, Ottmar Schreiner, indicaban que el socio mayor del Gobierno federal va a imponer sus prioridades, y concretamente la lucha contra el paro, a los Verdes, cuyos temas característicos -abandono de la energía nuclear e impuesto ecológico- han predominado durante los primeros meses de Gobierno. Mientras los políticos socialdemócratas desempolvaban los temas clásicos de su partido, Kerstin Müller, la portavoz de los Verdes, exhortaba ayer con vehemencia a mantener la unidad del Gobierno y a explicar con mejores argumentos la necesidad de mantener la doble nacionalidad.

Cambio de política

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La victoria de la CDU puede obligar al SPD a replantearse su política a escala federal y tener consecuencias también para el proyecto de ley cuestionado. El socialdemócrata Hans Eichel, jefe del Gobierno de Hesse, reconocía anoche la derrota e indicaba su disposición a dimitir, pendiente de las consultas en la presidencia del partido. Eichel sugería también que la ley de ciudadanía podría ser alterada ya que señaló que el borrador presentado recientemente por el ministro del Interior es el texto de este departamento y no el proyecto oficial del Gobierno, que está todavía por elaborar.

El líder de la CDU, Roland Koch, el gran triunfador de la jornada, exhortaba al gobierno a consensuar con la oposición el proyecto de ley de ciudadanía. Koch manifestaba que el resultado de las elecciones de Hesse permite a la CDU salir de la "depresión" en la que está sumida desde su derrota en septiembre. Asimismo, según Koch, la victoria confirma que la campaña llevada a cabo era correcta. Según los análisis realizados por el primer canal de la televisión alemana, Koch ha logrado arrebatar 31.000 votos al SPD en Hesse y movilizar a 29.000 votantes suplementarios además de robar votos a los demás partidos en una victoria cuya magnitud ni el mismo podía soñar hace una semana. La secretaria general de este partido, Angela Merkel, calificaba los resultados de "increibles" y "sensacionales".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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