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15 de cada 1.000 niños madrileños tienen condiciones de superdotados

Entre 4.500 y 5.000 chiquillos de 6 a 12 años tienen un cociente intelectual superior al 125 en la Comunidad de Madrid y, en consecuencia, pueden considerarse superdotados. Esta cifra significa que 15 de cada 1.000 críos disponen en la región de una inteligencia fuera de lo común. Los datos corresponden al estudio Identificación de niños superdotados en la Comunidad de Madrid, que el profesor de la Universidad Complutense Esteban Sánchez Manzano presentó ayer, después de dos años de trabajo.Sánchez Manzano, profesor de Didáctica en la Facultad de Educación, ha evaluado a 15.668 alumnos de 64 colegios (públicos y privados) de la región, lo que equivale al 5% de la población madrileña entre 6 y 12 años. Un total de 996 niños pasaron la primera criba por su elevado nivel de inteligencia y se sometieron a un segundo ejercicio, tras el cual se identificaron como superdotados 213 pequeños. La media de 1,5% de superdotados se traduce en un resultado a caballo entre los dos estudios internacionales más exhaustivos que se habían realizado hasta la fecha sobre el tema: el profesor Hollingworth cifraba los superdotados en el 1% de la población, mientras que Terman elevaba ese índice hasta el 2%.

Más chicos que chicas

El responsable del estudio aseguró que la superdotación se reparte de forma equilibrada en zonas rurales o urbanas, y tanto en las clases altas como en las bajas, "si bien los niños que se educan en familias de cultura elevada tienen más posibilidades de desarrollar ese talento". En cambio, el equilibrio se rompe al analizar la lista de superdotados por sexo: los chicos superan a las chicas por ocho puntos porcentuales (54% frente a 46%). "Los condicionantes sociales y culturales han hecho que las niñas se resistan más a manifestar su superdotación. Ellas saben adaptarse mejor a las condiciones ambientales y no les interesa tanto sobresalir", aseguró el profesor Sánchez Manzano. Para avalar su tesis, puso el ejemplo de las niñas o adolescentes que prefieren no decir en clase todo lo que saben "porque las amigas luego las señalan con el dedo".Sánchez aseguró que los padres se percatan en un elevado porcentaje de cuándo tienen un niño superdotado en casa. "Estamos hablando de chiquillos que empiezan a leer a partir de los dos años y medio, y que con cinco o seis años ejercen de pequeños filósofos y preguntan por el origen del mundo o por la vida después de la muerte. Son niños emotivamente muy sensibles y propensos a sufrir", describió.

Sin embargo, los profesores andan muy despistados a este respecto. El error de identificación de los 213 críos superdotados del estudio ascendió a casi un 95% entre sus maestros. "Los profesores tienden a considerar como superdotados a los más brillantes de la clase. En realidad, entre estos niños hay más de un 50% de fracaso escolar", concluyó.

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