La derecha y los Verdes se enfrentan en Alemania por la ley de inmigración

El enfrentamiento sobre la integración de los extranjeros pasó ayer de los argumentos a las manos en Alemania y se trasladó con violencia a la calle. En varias ciudades del país se registraron incidentes y escaramuzas de diversa consideración durante la jornada de recogida de firmas en contra de la doble nacionalidad, organizada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU).En Berlín, grupos de oponentes a la iniciativa volcaron mesas de recogidas de firmas y amenazaron a sus organizadores. En Francfort, los manifestantes bloquearon un punto de recogida, y en el centro de Hamburgo se produjeron detenciones cuando un grupo de jóvenes atacaron un puesto de las juventudes de la CDU. Hubo también incidentes en Magdeburg (en la ex RDA) y en Bonn, donde varias personas fueron detenidas brevemente.

La dirección de los Verdes en el Estado de Hesse aprobó una resolución criticando la recogida de firmas. En este Estado, donde a principios de febrero se celebrarán las primeras elecciones regionales desde los comicios de septiembre, los Verdes estrenaron ayer un cartel con el lema "el que ha nacido aquí tiene su hogar aquí" y la foto de varios niños con distinto color de piel. La presidenta del Partido Liberal en Hesse, Ruth Wagner, advirtió ayer a la CDU que la iniciativa se le puede ir de las manos y exaltar ánimos xenófobos.

La recogida de firmas, que ha sido liderada por la CSU, ha producido divisiones internas dentro de la CDU. Dentro de este partido hay un sector favorable a que la nueva ley de ciudadanía, que deberá ser aprobada por el Bundestag, permita la doble nacionalidad en ciertos casos.

La campaña de la CDU no sólo provoca tensiones en la oposición, sino también en el bloque gubernamental, al abrir la posibilidad de que una parte importante de la población pudiera deslegitimar la política del Gobierno manifestándose masivamente en contra de la doble nacionalidad. La ley de ciudadanía prevista por el Gobierno permitirá la naturalización de varios millones de personas, en su mayoría turcos.