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El 'Capitán Timo' asegura al tribunal que sus víctimas le utilizaban para blanquear dinero opaco al fisco

José Manuel Quintía Barreiros,conocido como el Capitán Timo y acusado de una estafa de 1.300 millones de pesetas, reconoció ayer ante el tribunal que le juzga que se hizo pasar por un alto mando del Ejército cuando realizaba lo que calificó como "operaciones de compraventa".Durante el juicio, Quintía acusó a las empresas a las que supuestamente estafó de utilizarle para conseguir contratos ventajosos con el Ministerio de Defensa y blanquear dinero. Quintía exculpó a los otros nueve acusados en sus estafas: "Creían que era almirante de la Armada, pero no sabían nada de las operaciones que realizaba con las empresas", explicó.

El Capitán Timo está acusado de engañar a sus víctimas con una impresionante puesta en escena, rodeado de guardaespaldas y con una comitiva de vehículos de lujo con emblemas del Ejército.

El fiscal solicita una condena de 10 años de prisión para Quintía y penas que oscilan entre los seis y los nueve años para sus presuntos compinches. El juicio comenzó con 10 procesados, incluyendo a Quintía. Sin embargo, uno de ellos no será juzgado, ya que está enfermo en fase terminal.

En la sesión del juicio de ayer, Quintía señaló varias veces que disponía de información privilegiada por sus continuos contactos con miembros del Ejército. Comentó que los presuntos estafados se dirigían a él para obtener prioridad en los contratos para el suministro de las Fuerzas Armadas. "Ellos me captaron a mí creyendo que yo era comandante. En uno de los casos", señaló, "una empresa quería comprar una finca en Villalbilla y venderla después al Ejército por un precio muy superior. Me utilizaban como intermediario".

Además relató cómo engañaba a las empresas utilizando documentos del Ministerio de Defensa falsificados: "Utilizaba una técnica muy rústica. Me dedicaba a cortar membretes de los papeles oficiales y luego los pegaba a folios en blanco. Para que parecieran reales, los fotocopiaba y luego escribía sobre ellos. Como no tenía un sello del Ejército español utilicé uno que se asemejaba a un ancla".

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