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BOMBARDEO EN IRAK

Repulsa unánime del mundo árabe y muestras de solidaridad con la población iraquí

La práctica totalidad del mundo árabe, más en las calles que en los palacios presidenciales, condenó ayer el ataque contra Irak. Las voces de protesta se oyeron con mucha más fuerza en los territorios autónomos palestinos, donde un joven manifestante murió alcanzado por una bala disparada por un soldado israelí, cuando participaba en una manifestación en favor de Sadam Husein. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, hizo ayer desde El Cairo una declaración formal en la que pidió una salida dialogada al conflicto, defendiendo al mismo tiempo los intereses del pueblo iraquí.

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"Muera Estados Unidos" o "Sadam, nuestro jefe, ataca Tel Aviv" cantaron ayer hasta la saciedad los jóvenes palestinos de Gaza, Nablus, Belén, Ramala, Jenin, Hebrón y Doura mientras quemaban en las calles banderas norteamericanas, olvidándose que tres días antes el presidente Bill Clinton había sido su huésped y que la bandera norteamericana ondeaba por todas partes.Las movilizaciones de los palestinos fueron especialmente violentas en la localidad de El Bireh, cerca de Belén, donde Mohamad Ahmed Daud, de 19 años de edad, fue alcanzado en el corazón por una bala disparada por un soldado israelí que trataba con su arma de repeler una lluvia de piedras.

Silencio de Arafat

Las protestas han sido acogidas por ahora con silencio por el presidente Yasir Arafat, que trata de esta manera colocarse en un terreno neutral y no volver a cometer el error táctico efectuado en 1990 cuando desde un principio se puso de manera abierta en favor del régimen de Bagdad, lo que hizo que luego cayeran sobre él y su pueblo todo tipo de represalias. La discreción de la Autoridad Palestina contrasta con la vehemencia de las palabras de Esmat Abdel Meguid, secretario general de la Liga Árabe, quien ayer desde Roma declaró que "el ataque provocará la cólera del pueblo árabe", al tiempo que convocaba para el próximo domingo una cumbre urgente de la institución, lo que había sido reclamado por el Gobierno de Irak.La cumbre de la Liga Árabe, que se celebrará en El Cairo, estará una vez más capitaneada por Egipto, que ha venido manteniendo una actitud beligerante contra Estados Unidos en estas últimas crisis, desmarcándose del apoyo prestado durante la guerra del Golfo. "Nosotros estamos al lado del pueblo iraquí y lo defendemos con todos los medios de que disponemos" afirmaría solemnemente el presidente Mubarak, encabezando así una movilización popular que se ha empezado a organizar en El Cairo en la que participan organizaciones estudiantiles, asociaciones de los derechos humanos, plataformas profesionales y sobre todo formaciones religiosas islamistas.

Líbano, Libia y Siria, que participaron en 1991 en la coalición encabezada por Estados Unidos para liberar Kuwait, mostraban ayer su indignación contra los bombardeos a Bagdad. El régimen de Tripoli hablaba ayer de "humillación del mundo musulmán" en un comunicado distribuido a la prensa, mientras que el presidente del parlamento sirio, Abdel Kadder Kaddura, se refería al ataque como "una acción injustificada" y el primer ministro libanés, Salim Hoss, consideraba el ataque como "un castigo colectivo" al pueblo iraquí .

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