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CONTAMINACIÓN

El agua del Segura no es apta para el riego, según un estudio

Los análisis realizados por profesores de la Universidad de Alicante demuestran que la calidad del agua del río Segura en la zona baja de su cuenca, "no es apta para regadío". Así lo aseguraron los profesores Antonio Rico y Jorge Olcina en una conferencia ofrecida el miércoles por la noche en el colegio oriolano de Santo Domingo. Rico resaltó que el Segura "es un río hiperaprovechado", lo que ha supuesto que "la cantidad de agua que circula por el río haya disminuido muchísimo". Rico explicó que, en este momento, deberían llegar a la desembocadura del río en Guardamar 860 millones de metros cúbicos anuales, pero únicamente llegan 30 millones. La cantidad que falta se emplea, sobre todo, para el regadío. Así las cosas, "como no hay caudal suficiente para diluir los vertidos que realizan las ciudades por las que pasa, el cauce se ha convertido en una cloaca", señaló el profesor. Como principales causas de la contaminación del Segura, los expertos destacaron la escasez de recursos de agua de la cuenca, además de la existencia a lo largo de su curso de 270.000 hectáreas de cultivos de regadío intensivo que consumen unos 1.300 hectómetros cúbicos por año. A ello se unen los vertidos de las poblaciones cercanas al torrente, en las que viven dos millones de personas y en las que existen espacios industriales y turísticos emergentes y con grandes carencias en materia de depuración.

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