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El alcalde de Peñíscola dimite para no afrontar una moción de censura exigida por el TSJ

Constantino Simó ya no es alcalde de Peñíscola. A primera hora de la mañana de ayer presentaba su dimisión irrevocable en el registro general del Ayuntamiento de la ciudad. Esto se producía pocas horas antes de la celebración del pleno en el que se debía debatir y votar la polémica moción de censura que ha impedido que la Corporación celebre plenos ordinarios desde septiembre de 1997. En el escrito dimisionario de Simó se recalca que el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV) ha sido el que, finalmente, ha obligado a la convocatoria del pleno. "He estado y estoy luchando por defender la legalidad, manteniendo un recurso contencioso-administrativo, hoy en casación, ante el Tribunal Supremo. Pero, sin tener aún sentencia firme, el TSJCV, me obliga ahora a convocar el pleno de la moción de censura", dice Simó. También tildó de traidor al concejal tránsfuga Manuel Beltrán, que abandonó las filas del Partido Popular para integrarse en las de Iniciativa de Progrés, facilitando la victoria socialista en la moción. Simó propone abrir un nuevo proceso de elección de alcalde, en el que se establezca un pacto entre los cuatro partidos y se forme una nueva coalición en la que no figuraría Manuel Beltrán. El líder socialista Agustí Albiol, rechazó ayer esta posibilidad, apuntando que todo pacto de gobernabilidad debe pasar por la obtención de la alcaldía por la lista más votada, es decir, el equipo socialista. Por su parte, el secretario de Organización del PSPV, Joan Ignasi Pla, declaró ayer a Efe que tanto Agustí Albiol como Jordi Pau Casp, ambos firmantes socialistas de la moción de censura, han sido suspendidos de militancia, pese a que la moción se suscribió antes de que el PSOE firmara el pacto contra el transfuguismo. "Si se materializa finalmente la moción de censura", advirtió, " los dos compañeros serán expulsados del partido". Pla salía así a las críticas vertidas por Serafín Castellano, vicesecretario regional del PP, quien dijo que el PSPV ponía "en entredicho a Joaquín Almunia" por su actitud en la moción de censura de Peñíscola. El complicado proceso político que finalizó ayer con la dimisión del ex popular Simó, se inició en septiembre de 1997, cuando el entonces concejal popular Manuel Beltrán decidió abandonar las filas del partido para integrarse en Iniciativa de Progrés, partido escindido de UV. De esta manera, el equipo de gobierno, formado por una coalición tripartita entre PP, UV y el local Nostra Peñíscola, quedaba en minoría frente al PSPV, que con Agustí Albiol al frente, fue la lista más votada en las elecciones. Ante esta nueva situación, el PSPV decidió presentar una moción de censura para conseguir la alcaldía de la ciudad para Albiol. La reacción del equipo de gobierno fue la de no convocar el pleno en el que se debía votar la moción, alegando la ilegalidad de la misma, por estar sustentada en el voto de un tránsfuga. El contencioso pasó a la vía judicial, produciéndose una serie de sentencias, apelaciones y recursos de súplica que produjo la expulsión del PP de Simó por su negativa a convocar el pleno, contra la opinión de sus jefes regionales.

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