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Los socialistas creen que el PNV y HB tienen pactos que impiden su entrada en el Gobierno vasco

El PSE abandonó ayer la segunda de las reuniones con el PNV para la formación del Gobierno con la impresión de que la negociación está lastrada por determinados acuerdos entre el PNV y Herri Batasuna que impiden la reedición del tripartito. El PSE entregó a los peneuvistas un documento de seis folios que sintetiza el plan Ardanza, el Pacto de Ajuria Enea y la Constitución, y en el que admiten modificaciones del marco jurídico político, pero siempre que se haga según las reglas de juego democráticas. Sin embargo, la cita de ayer acabó sin motivos para el optimismo. "Los negociadores del PNV están cuestionando apuestas que ha lanzado el propio Juan José Ibarretxe", criticaron.

El documento del PSE será analizado en la próxima Ejecutiva del PNV prevista para el lunes, aunque la paralización de los contactos sólo podría refrendarla la Asamblea Nacional del propio partido. Socialistas y nacionalistas acordaron ayer seguir viéndose la próxima semana con una respuesta concreta de los de Xabier Arzalluz a las líneas maestras del documento de pacificación que ayer entregó el PSE.Sin embargo, fuentes de la delegación socialista resaltaron que los nacionalistas encabezados por el portavoz Joseba Egibar "no están dando pasos hacia el encuentro", en contra del criterio del candidato a lehendakari del PNV, Juan José Ibarretxe, que apostó por "buscar fórmulas para conseguir un Gobierno fuerte y estable". Los socialistas abandonaron ayer por la mañana la mesa de conversaciones con la fuerte sospecha de que el PNV y HB han cerrado acuerdos de contenido político que obstaculizan una reedición del tripartito. "No se puede entender de otra manera que en vez de acuerdos estén permanentemente buscando los desacuerdos", dijeron fuentes de la comisión socialista. Sus sospechas parecen fundadas si se tienen en cuenta las declaraciones realizadas ayer en San Sebastián por el portavoz de la Mesa Nacional de HB, Joseba Permach, quien dijo que estaba convencido de que finalmente el PSE "no va a entrar en el Gobierno vasco".

Síntesis

El documento del PSE parte del punto diez del Pacto de Ajuria Enea y da luz verde a la puesta en marcha de dos negociaciones a diferentes niveles. Por una parte, el Gobierno central y ETA estarían legitimados para resolver asuntos como los que afectan a las víctimas del terrorismo y los presos de la organización terrorista. En segundo lugar, la Mesa de Ajuria Enea daría carta de naturaleza a una nueva mesa de conversaciones con presencia de todos los partidos cuyo objeto de discusión sería el autogobierno, partiendo del Estatuto de Gernika y de la Constitución. "Ese diálogo debe abrirse sobre la base del respeto y acatamiento del vigente marco constitucional y estatutario" y "únicamente desde el actual marco político será legítimo plantear su cambio", cita el documento.Los socialistas vascos han hecho un ejercicio de síntesis del Estatuto de Gernika, de la Constitución, del plan de paz de Ardanza y del Pacto de Ajuria Enea para articular una salida al bloqueo de posturas entre los dos sectores surgidos tras las elecciones vascas: los constitucionalistas como PSE y PP, y los partidos firmantes de la declaración de Lizarra: PNV, HB, EA e IU.

El PSE propone que todos los acuerdos que salgan de esa nueva mesa de conversaciones sean por el mayor consenso de sus integrantes y que los resultados de ese diálogo afecten a los partidos e instituciones vascas. El documento advierte, no obstante, que esos acuerdos "no comprometerán ni a los partidos políticos de ámbitos diferentes del de la Comunidad Autónoma Vasca, ni a instituciones del Estado o de otras nacionalidades o regiones". Además, establece que esos eventuales acuerdos se desarrollarán por "procedimientos contemplados en el propio Estatuto y en la Constitución", según recoge el propio pacto de Ajuria Enea.

Los problemas de entendimiento con el PNV comienzan en la discusión del llamado ámbito vasco de decisión y las consecuencias de esas decisiones en el ordenamiento jurídico. El PNV quiere que el futuro Gobierno dé sus primeros pasos con un compromiso de sus integrantes de que será respetado cualquier modelo de sociedad que decidan mayoritariamente los vascos. "Quieren que lo que se decida aquí vincule a los partidos de ámbito estatal y a las posibles reformas del marco jurídico político que haya que hacer", declararon fuentes de la delegación socialista.

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El PSE cree inviable un Gobierno amarrado en los posicionamientos nacionalistas que quedaron plasmados en Lizarra y todavía espera que se produzca un giro del PNV hacia posiciones "más plurales". Según los socialistas, los negociadores del PNV están cuestionando asuntos por los que apostó el propio Ibarretxe, como su proclama para que el Gobierno vasco lidere el futuro proceso de pacificación.

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