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El deporte escolar moviliza a más del 10% de los vecinos de Guipúzcoa

Mikel Ormazabal

Unos 50.000 niños guipuzcoanos, el 70% de la población menor de 16 años, participan en el programa de deporte escolar que coordina la Diputación foral. Estos escolares más los profesores, cuerpos directivos de los centros escolares, monitores, técnicos, entrenadores, padres de familia y otros agentes que participan activamente en el programa de actividades deportivas de este curso escolar elevan la cifra de personas involucradas en el deporte escolar por encima de las 60.000. El equivalente al 10% de la población guipuzcoana.

El deporte escolar se entiende como el ejercicio físico orientado a la educación integral del niño y el desarrollo armónico de su personalidad, a la consecución de unas condiciones físicas y de una formación que posibiliten la práctica continuada del deporte en edades posteriores y a una práctica polideportiva no orientada exclusivamente a la competición. Con este planteamiento de salida, y la implicación coordinada de la Diputación foral de Guipúzcoa y los tres estamentos que intervienen en el desarrollo del deporte escolar (centros escolares, federaciones deportivas y ayuntamientos), se movilizan anualmente unos 50.000 niños con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, esto es, benjamines, alevines, infantiles y cadetes. Este mes se ha puesto en funcionamiento el programa de actividades dirigido a toda la población escolar. La maquinaria organizativa y administrativa se extiende por todos los rincones de la geografía guipuzcoana "sin discriminar a nadie por razones de aptitud, sexo u otra circunstancia", advierte Imanol Fernández de Larrinoa, técnico del departamento de Juventud y Deportes de la Diputación. Los centros escolares constituyen el marco básico para la práctica deportiva, aunque los ayuntamientos intervienen estrechamente facilitando sus instalaciones municipales, y las federaciones se encargan de ofrecer la asistencia en la vertiente técnica y administrativa. La Diputación guipuzcoana se ocupa de supervisar el buen desarrollo y ejecución del programa y, además, destina una partida económica de 254 millones de pesetas al año para financiar toda la cobertura organizativa, los desplazamientos y el material deportivo. La Diputación guipuzcoana ha suscrito convenios con federaciones deportivas que suponen un coste de 104 millones de pesetas y entrega otros 70 millones a los 43 ayuntamientos convenidos para la creación y el desarrollo de la gestión del deporte escolar. A los colegios se les subvenciona con un total de 38,5 millones, se dedican 5 millones a las actividades de formación (Kirolarte) y se reservan dos millones para la ejecución de programas dirigidos a deportistas con minusvalías. El sistema subordina la competición a la formación, de tal manera que la práctica deportiva es una prolongación de la educación que se imparte durante las horas lectivas. Por eso no se admite la especialización en estas edades: "De la misma forma que no es admisible que un alumno se matricule sólo en matemáticas, la práctica deportiva también tiene que ser multidisciplinar porque está imbricada en el proceso mismo de la educación del niño", afirma Fernández de Larrinoa. Frente a la especialización, el deporte escolar impulsa la práctica polideportiva para enriquecer la capacidad motora de los escolares y ofrecer una visión global del deporte. Los calendarios deportivos en categoría benjamín (9 y 10 años) incluyen cinco modalidades deportivas; los alevines (11 y 12 años) completan el ciclo con dos deportes, y desde infantiles (mayores de 13 años) se da libertad para planificar el curso al gusto de los chavales. El fútbol pierde terreno Esta política ha permitido eliminar el monocultivo del fútbol, que hasta hace algunos años ahogaba las especialidades minoritarias. La variedad y la riqueza polideportiva en estas edades ha extinguido el riesgo de saturar los colegios de futbolistas. Aunque la competición vertebra gran parte del deporte escolar, el espíritu competitivo está muy tamizado. Si bien es obligado establecer unos parámetros para otorgar los premios a los mejores. El decreto del deporte escolar prioriza la participación universal y voluntaria; ser campeón es un dato secundario, la figura del suplente es anecdótica y conseguir títulos también es accidental. Recientemente se ha constituido el Consejo Territorial de Deporte Escolar para velar por el buen funcionamiento de los programas deportivos. Este órgano incluye representantes de los centros escolares, las federaciones deportivas, los ayuntamientos convenidos y la Diputación.

Es más que competir

La ordenación del deporte escolar estructura todas las actividades en tres estadios: la promoción, la competición y la tecnificación. Las primeras pretenden inculcar en los jóvenes la práctica polideportiva en modalidades tan diversas como natación, montaña, badminton, vela, golf, hípica, escalada, patinaje en línea, piragüismo, tiro, triatlon, waterpolo, etcétera. Las competición y la tecnificación, que incorporan el componente de la búsqueda de un rendimiento deportivo en los escolares, se orientan hacia especialidades clásicas como baloncesto, balonmano, fútbol, gimnasia, rugby, tenis de mesa, atletismo o voleibol.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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