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El informe epidemiológico achaca a Maeso 200 contagios de hepatitis C

Los expertos descartan que exista otro foco de infección

El informe definitivo sobre el brote de hepatitis C detectado en dos hospitales de Valencia es concluyente: Juan Maeso, el anestesista imputado por el masivo contagio, es el único foco de infección y contagió, según el estudio epidemiológico, a más de 200 de sus pacientes. Los expertos destacan que el brote se centra mayoritariamente en la clínica privada Casa de Salud, debido a la sobrecarga de trabajo en quirófano.

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Los resultados que arroja el estudio científico doblan la cantidad de casos de contagio que, en un principio, la Consejería de Sanidad achacaba a Maeso. La última cifra oficial facilitada relacionaba al médico con 116 infecciones. Según ha podido saber EL PAÍS, los expertos concluyen en su informe que el virus de Maeso es idéntico al de todas esas personas, 50 de las cuales tenían una analítica previa y otra posterior a su intervención quirúrgica, lo que demuestra que fueron contagiados en uno de los dos hospitales en los que intervenía el anestesista: La Fe y la clínica privada Casa de Salud. El informe añade que la mayoría de los contagios se produjeron en el centro privado y descarta cualquier otro foco de contagio. El brote epidémico se inició, dicen los expertos, en 1994.

En los aproximadamente 100 folios de que consta el informe, sus responsables apuntan el motivo que explica por qué la mayor parte de los contagios se produjeron en la Casa de Salud, fundamentalmente los lunes: la sobrecarga de trabajo en los quirófanos de la clínica privada.

Maeso, el único imputado hasta el momento en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 5 de Valencia, empalmaba una guardia tras otra en ambos hospitales, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad. Los expertos no han encontrado ningún indicio de que existan otras posibles fuentes de contagio, lo que significa que descartan cualquier deficiencia en la cadena de esterilización del material quirúrgico y descargan, por tanto, toda la responsabilidad en el anestesista.

El informe, que la Consejería de Sanidad deberá remitir de inmediato al juez que investiga el caso, hace referencia al plan de choque puesto en marcha hace dos años por el Gobierno valenciano para reducir las listas de espera quirúrgicas. Una medida que consiste en el envío de pacientes de la sanidad pública a clínicas privadas como la Casa de Salud, que cobran un precio fijado por intervención, y que ha provocado que muchos profesionales de la sanidad pública, incluido Maeso, soportasen cargas de trabajo muy superiores a las normales.

Estudios filogenéticos

Las demoledoras conclusiones del informe, elaborado por varios expertos en genética, microbiología, epidemiología, anestesia y enfermedades infecciosas, siguen la línea de los resultados de trabajos previos. En todos los casos, la secuenciación virológica y los estudios filogéneticos del virus de los pacientes concluyen la directa relación existente entre el genotipo de Maeso y los de los infectados de hepatitis C. El juez encargado de investigar el caso trabaja con la hipótesis, explicitada en un auto, de que Maeso se inyectó parte de los opiáceos destinados a sus pacientes con la misma jeringuilla utilizada para anestesiar a éstos. Los tres testigos que ayer prestaron declaración en relación con el caso no añadieron datos que refuercen esta teoría.

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