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La férrea oposición de la CAM a fusionarse con Bancaixa contradice la política de la Generalitat

La fusión de las dos principales cajas de ahorro valencianas, CAM y Bancaixa, no se producirá en la presente legislatura. La oposición de la caja alicantina se contradice con la política de fusiones de la Generalitat, que aboga por una gran caja de ahorros valenciana capaz de hacer frente a los retos de la moneda única. El rechazo de la CAM obliga, no obstante, al Consell a replantearse sus proyectos. El PP elude pronunciarse abiertamente a favor de la operación, mientras el PSPV-PSOE exige estudios serios y un debate sereno ante una hipotética fusión.

La reapertura del debate, y la respuesta inmediata del presidente de la CAM, Vicente Sala, contraria a la fusión, pone patas arriba la política impulsada por la Generalitat, partidaria de la unión de las dos grandes cajas valencianas. Un propósito para el que habrá que esperar hasta la próxima legislatura. "No tenemos nada decidido al respecto", se limitó a contestar ayer el vicesecretario general del PP, Serafín Castellano, a preguntas acerca de los planes de su partido a corto o medio plazo para llegar a la fusión entre la CAM y Bancaixa. Desde el entorno del presidente Zaplana se puntualizó poco después: "Durante la próxima legislatura se podría abordar el tema". Era la pirueta lingüística escogida para intentar frenar los efectos de un debate nunca planteado abiertamente por la dirección del partido, aunque sí mil veces anunciado entre pasillos. Esta moderación contrasta con las declaraciones hechas hace 20 días por el director general del Instituto Valenciano de Finanzas de la Generalitat, José Manuel Uncio, en las que recomendaba la alianza entre las cajas valencianas. El PP, partido que gobierna la Generalitat, ha tropezado con la oposición de los protagonistas. Pero Vicente Sala lo dejó claro el jueves en su primera intervención ante la asamblea general de la CAM: no a la fusión y condena por el "tratamiento frívolo" que se otorga a una operación que "no existe". La teoría de Bancaixa es que las dos cajas de ahorro son viables financieramente ante la Unión Monetaria. Hay mercado suficiente, por lo que la autonomía no debe cuestionarse. Parecidas posiciones sostienen los trabajadores de ambas entidades, que se muestran intranquilos cada vez que llega a sus oídos la posibilidad de una fusión de empleo u de oficinas que entrañaría. El debate periódico sobre una hipotética fusión también genera malestar en las filas socialistas, desde donde se advierte que el tema es "lo suficientemente trascendente" como para improvisar o tantear el terreno de esa forma. El secretario general del PSPV, Joan Romero, advirtió ayer que "la improvisación es mala compañera", al tiempo que denunció la "prisa" que en las últimas semanas ha detectado en el Ejecutivo de Zaplana "para hacer circular de nuevo la idea de que la fusión sería positiva". Romero reclama estudios serios sobre la fusión. Para los socialistas, ese debate debe plantearse de forma global en el conjunto del territorio español, donde más de 50 de las 60 cajas que funcionan no disponen de las dimensiones necesarias para ser razonablemente competitivas en los próximos años. "Otras pocas sí están preparadas, y entre ellas figuran las dos cajas valencianas", declaró Romero. El PSPV reclama prudencia y mesura ante una hipotética alianza.

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