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Turís inaugura el campanario de su iglesia, pagado por un constructor

La aberración se ha consumado. Turís ya puede fardar de tener el campanario más alto de la comarca -más de 50 metros-, tras la inauguración, ayer, del añadido construido en la iglesia por iniciativa del constructor Bautista Soler, que ha sufragado las obras. La iglesia de Turís, de estilo neoclásico, fue erigida en 1777 según proyecto de Antonio Gilabert, que fue el primer director de la rama de arquitectura de la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Gilabert, que quiso mostrar con su proyecto las maneras constructivas de la llamada "verdadera arquitectura" propugnada por los arquitectos neoclásicos frente a la intromisión del barroco, intentó meter en cintura a la Iglesia, que hasta entonces había dictado cómo se tenían que construir los templos. Pero no lo consiguió del todo y, a causa de sus discrepancias con la autoridad eclesiástica, de forma deliberada dejó sin rematar el campanario. Pero el constructor Bautista Soler quería dejar huella y rendir homenaje a su esposa, Lola Luján, cuyo nombre toma ahora el campanario, y ha promovido la construcción de un remate inventado, que no figuraba en el proyecto de Gilabert. La obra, realizada con el apoyo del Ayuntamiento de Turís, y tolerada por el Consell, vulnera la ley de Patrimonio valenciano, ya que la iglesia de Turís está incluida en el inventario de interés histórico artístico.

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