_
_
_
_
_

Los nacionalistas deploran que el Constitucional tenga "vivo en su mente" el espíritu antiautonomista

Francesc Valls

El Tribunal Constitucional se ha convertido en el blanco de la artillería que el PNV, CiU y el BNG han puesto a disparar desde el pasado martes, día en que comenzó en el País Vasco la cumbre de los nacionalistas gallegos, vascos y catalanes como continuación de la Declaración de Barcelona. Así lo demuestra el documento de trabajo que se ha avalado en Vitoria y que recibirá el próximo mes, en Santiago, su configuración definitiva. Hasta 38 de los 79 folios del texto se destinan a ese fuego racheado contra el alto tribunal. Los firmantes lo acusan de hacer durante 20 años "una interpretación constitucional estatalista"; y a sus integrantes, de "tener vivo en su mente" el antiautonomismo que engendró la LOAPA.

Antes de hincarle el diente a la reforma de la Constitución, los nacionalistas han preferido entrar a fondo en el tribunal que la interpreta. Los términos contra la alta instancia judicial son muy duros. Si, como aseguraba ayer el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, la cumbre nacionalista ha soltado "los tambores de Fumanchú por Madrid", a buen seguro que el documento de trabajo de Vitoria los hará batir con más ganas. En síntesis, han acordado centrarse sobre la Constitución y su máximo intérprete, y la soberanía fiscal para Galicia y Cataluña.Las referencias al máximo intérprete de la Constitución les sirven además para no abordar de entrada un asunto que separa a las tres formaciones nacionalistas: cómo y cuándo reformar la Carta Magna. Tanto el PNV como el BNG, contrarios a la Constitución en el referéndum de 1978, no tienen reparos en hablar de reforma. No sucede lo mismo con CiU, siempre más cauta y que deja los cambios para tiempos venideros. El presidente catalán, Jordi Pujol, siempre recuerda que el día que su coalición decida proponer la reforma de la Constitución lo hará con tiempo, luz y taquígrafos, pero que, de momento, mejor no tocarla. Eso explica las palabras de un dirigente catalán, ayer, en Bilbao: "Es más importante el Tribunal Constitucional que la propia Constitución".

La diversidad de interpretaciones nacionalistas y la polvareda que levantó la utilización del termino confederal en la cumbre de Barcelona de julio pasado ha motivado una redacción más meditada: "Aunque la reforma de la vigente Constitución española sea prerrequisito indispensable de cualquier avance en la conquista de mayores cotas de soberanía para nuestras naciones, es cierto que un cambio en la interpretación que actualmente se está realizando de ella podría servir de primer paso hacia la asunción de poderes soberanos".

Pere Esteve, secretario general de CDC, subrayó la importancia de ese cambio de talante del alto tribunal, una instancia que "el PP y el PSOE han mantenido en vilo durante siete meses al no ponerse de acuerdo sobre qué magistrados elegir; si han tardado tanto tiempo será que alguna importancia política debe tener".

Y esa importancia es la que quiere analizar y criticar el documento presentado ayer en Bilbao por Arzalluz (PNV)se "espíritu" es "la negación de, Ignasi Farreres (UDC), Pere Esteve (CDC) y Xosé Manuel Beiras (BNG). "Por hacer un apretado balance de estos casi 20 años de jurisprudencia constitucional, lo que ha dominado en este tiempo ha sido una interpretación constitucional estatalista", asegura el texto. Afirman que parece que el espíritu que inspiró la LOAPA -que el Constitucional rechazó, recuerdan- "siga vivo en las mentes de los magistrados". E la existencia de competencias autonómicas exclusivas", de acuerdo con el documento.

El documento repasa luego el poder de gasto, el régimen local, el pluralismo lingüístico y cultural o la participación autonómica en la composición del Constitucional y se para especialmente en la necesidad de "articular un mecanismo que permitiese obtener una participación real de las comunidades autónomas en la determinación de la composición del tribunal. Ese mecanismo debería tener en cuenta la diferenciación entre nacionalidades y regiones".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Rajoy contesta como gallego

El ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, rechazó ayer en Eibar (Guipúzcoa) el acuerdo. "Sobre el pacto fiscal no respondo ni como ministro ni como Gobierno, sino como gallego. A mi tierra, a Galicia, no le interesa un pacto fiscal de esas características. Me parece que están haciendo un mal negocio con este acuerdo".Rajoy aprovechó la ocasión tanto para desprestigiar la forma de hacer política de las tres formaciones nacionalistas como para volver a rechazar la Declaración de Barcelona. "Se trata de la unión de tres partidos nacionalistas con planteamientos ideológicos radicalmente diferentes. Uno de los partidos es de mi tierra, el BNG, y entre los suyos está la salida de Galicia de la Unión Europea. Comprenderán que no sé si es eso lo que pretenden el PNV o CiU". Y los acusó de estar anclados en el pasado y no evolucionar como lo han hecho el resto de los partidos (el PSOE, el PCE y el PP, antes Alianza Popular) desde 1978.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_