"¿Alguien pensaba que no nos íbamos a atrever a cerrar 'Egin'?"

José María Aznar hizo ayer un aparte especial, en su balance en seis puntos positivos de la actual legislatura, sobre el terrorismo. El presidente entiende que el asesinato sistemático de cargos del PP es un ataque al corazón del sistema democrático y afirma que el Gobierno no tolerará ni la impunidad de los asesinos ni la quiebra del Estado de derecho. En ese contexto, para Aznar el cierre de Egin, por orden judicial, no es más que otro paso en la decisión del Gobierno de atacar al terrorismo allí donde se encuentre. Ahí se permitió lanzar una puya al anterior Gobierno socialista al señalar que le extraña que ahora haya gente que "dé explicaciones" de por qué Egin no se cerró antes. Y remachó atribuyéndose indirectamente la operación practicada por Garzón: "Pues ahora se ha cerrado. ¿Alguien pensaba que no nos íbamos a atrever?".El portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reprochó a Aznar esta "metedura de pata" y "disparate" por intentar "ponerse una nueva medalla" y "capitalizar un asunto porque cree que le puede dar votos". El líder de IU, Julio Anguita, se interrogó sobre el significado de esa frase de Aznar y aventuró que con ella "delató" que el cierre fue una "orden del Gobierno".

En el resto de su balance, Aznar dio pistas sobre el rumbo que piensa adoptar de aquí al año 2000 y, de momento, no prevé cambios en el Gobierno.

El presidente destacó el relevo en la secretaría de Estado de Comunicación, cambio que da por cerrado; y la consolidación de la mayoría de Gobierno, que ve sólida y sin fisuras: "El horizonte del 2000 está despejado". Su último almuerzo en La Moncloa con los portavoces parlamentarios de sus socios confirmó ese buen momento. Aznar valoró el cierre de los presupuestos de 1999, el "claro mensaje" a los nacionalistas para delimitar el terreno político a la Constitución y cómo refuerza la descentralización del poder y el gasto público el nuevo pacto local.