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TOUR 98

Los efectos del 'síndrome Festina'

El pelotón del Tour vive bajo un cierto síndrome Festina, y el primer afectado fue ayer el TVM. Nada más aproximarse los vehículos del equipo a la zona reservada para la salida de la etapa, les esperaba una nube de periodistas. El motivo de tanta expectación no estaba en la actuación de algún corredor, sino en las noticias que procedían de un juzgado de Reims, donde hace cuatro meses (el 4 de marzo) se interrogó a dos mecánicos del equipo holandés tras encontrarse en un vehículo del equipo una partida de jeringuillas con EPO, una sustancia prohibida que también se le encontró a un masajista del Festina, origen de todo el escándalo. La nube de periodistas se abalanzó sobre el director del TVM, Cees Priem, quien se lo tomó con mucha calma. Se sentó en el capó de un coche y procedió, sin inmutarse, a contestar preguntas.-¿Es cierto que en marzo fueron detenidos dos mecánicos del equipo? -No es cierto, nadie fue detenido, no hay ninguna denuncia contra el TVM.

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-¿Está uno de esos mecánicos en el Tour de Francia?

-No.

-¿Quiere decir que le han mandado a su casa?

-No. Quiero decir que no hay ningún caso, ninguna detención. Nosotros hemos hecho un gran esfuerzo para estar aquí, en el Tour, y que estamos compitiendo lo mejor que podemos.

A pesar de la insistencia, Priem solventó con calma el panorama. No hizo ningún juicio de valor sobre el caso Festina y rechazó cuantas preguntas se dirigían hacia el supuesto caso TVM. El caso Festina, sin embargo, permanece en el ambiente. El Tour no se siente tranquilo estos días. Muchos directores temen nuevas revelaciones procedentes de la investigación policial y que la sombra del Festina acompañe hasta París a la caravana de la carrera.

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