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Se abre en Montmeló una planta para tratar residuos especiales de pequeñas empresas

Una planta de tratamiento de residuos especiales generados por pequeñas empresas y por el consumo doméstico entrará en funcionamiento mañana en Montmeló (Vallès Oriental). El centro, que será inaugurado por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, tendrá capacidad para tratar 3.500 toneladas anuales de este tipo de residuos. Su construcción ha supuesto una inversión superior a los 1.200 millones de pesetas, el 80% de los cuales procede de fondos de la Unión Europea.

La planta de Montmeló tratará productos que a causa de su poco volumen -inferior a una tonelada- o de sus características específicas no pueden ser tratados sin un agrupamiento previo. Entre ellos se incluyen pinturas, aerosoles, productos de desinfección, reactivos de fotografía; productos de limpieza y residuos de cosmética, de laboratorios y de droguerías. La planta tratará también los materiales indicados procedentes de la red de recogida selectiva de basuras. Con la inauguración de esta planta, la Generalitat da por concluido el programa de gestión de residuos especiales por lo que respecta a la recuperación. Los restantes equipamientos incluidos en el programa los forman la planta de tratamiento y regeneración de aceites de Alcover, la planta de reciclaje de frigoríficos de El Pont de Vilomara y el centro de recuperación de pilas, lámparas y fluorescentes que entrará en servicio el próximo día 12 de julio. La adquisición de la antigua planta de Tintes y Acabados Hispania de Montmeló, en 1993, generó fuertes críticas por parte del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que denunció irregularidades en la compra. Polémica sobre el precio Según el PSC, la Generalitat compró la nave y los terrenos por 300 millones de pesetas más que la sociedad vendedora había pagado sólo ocho meses antes. Tintes y Acabados Hispania cesó su actividad el 21 de junio de 1991 ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas. Todos los bienes fueron gestionados por una comisión liquidadora exceptuando los terrenos y la nave, que la empresa vendió a la mejor oferta para hacer frente a la hipoteca que los gravaba. El mismo 21 de junio de 1991, la empresa SOIPS, SL, creada unos meses antes y único postor, firmó la compra de la nave y los terrenos por 161.465.198 pesetas. Ocho meses después, en marzo de 1992, la misma empresa vendió estos bienes al Departamento de Medio Ambiente -entonces a cargo de Albert Vilalta- por 460 millones de pesetas. Algunos de los acreedores de Tintes y Acabados Hispania han asegurado que cobraron su deuda en diciembre de 1992. El PSC mostró su extrañeza por la compra de una finca tan extensa -tiene una superficie de 12.888 metros cuadrados- y una nave de reducidas dimensiones -5.761 metros cuadrados de edificación-, dado que la Generalitat disponía de numerosos terrenos del Instituto Catalán del Suelo (Incasol) aptos para albergar la nueva planta. A ello se sumó un informe de aprovechamiento urbanístico elaborado por el Ayuntamiento de Montmeló un año después, en el que se determinaba que el valor de mercado de la edificación y los terrenos era de unos 80 millones de pesetas menos que lo que había pagado la Generalitat.

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