Encuentro "casteller" en Perpiñán
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró ayer en Perpiñán que con su presencia en el encuentro casteller que se llevó a cabo en esta ciudad -que se celebraba por primera vez en suelo francés- pretendía llevar un mensaje de catalanidad al territorio. Ante el emblemático monumento de El Castellet, en un breve discurso aderezado con constantes referencias a la simbología de las torres humanas como testimonio de unión, fuerza y catalanidad, Pujol animó a los habitantes de la comarca del Rosellón a la defensa de la lengua catalana. Pujol aseguró que la situación actual de los dos territorios es fruto de un proceso histórico que "no se puede cambiar", pero abogó por "conservar y reforzar lo que queda en común de sentimiento catalán". El estrechamiento de los vínculos entre Cataluña y el territorio francés de habla catalana "no pasa", según Pujol, "por reformar nada", sino que se encuentra en el terreno de los símbolos. Pujol los enumeró: la bandera, la lengua y los castillos. El alcalde de Perpiñán, Jean-Paul Alduy, aludió a la política catalanista impulsada desde su consistorio: "Es una política para todos los habitantes de este departamento y de esta ciudad. Sean o no catalanes, deben tener conciencia de toda la historia de este territorio". Alduy, en plena sintonía con el mensaje de Pujol, se refirió a la buena marcha de la eurorregión y al TGV como a los dos grandes proyectos en común.