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La brecha entre patronal y sindicatos deja en vía muerta el pacto por el empleo

La comisión de empleo creada en el seno del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) no ha logrado en sus ocho meses de vida acercar ni un ápice las posturas de Confebask y los sindicatos ELA, LAB, Comisiones Obreras y UGT. El desencuentro entre la patronal y las cuatro centrales, que a la vez mantienen su brecha histórica entre nacionalistas y no nacionalistas, volvió a reinar ayer en la reunión del consejo. Los sindicatos, que no dudan en hablar de "fracaso", sólo coinciden en deplorar la "intransigencia" de Confebask.

En la comisión del CRL creada para llegar a un acuerdo vasco en materia de empleo, hay dos frentes abiertos. Las cuatro centrales coinciden en criticar "la falta de voluntad" de Confebask, que sólo se ha mostrado favorable a impulsar el contrato de sustitución, es decir, la prejubilación de trabajadores de 60 años y su reemplazo por jóvenes desempleados. Mientras el secretario de UGT en el País Vasco, Carlos Trevilla, habla de "fracaso de las negociaciones", Juan Miguel Mendoza, representante de ELA en el consejo, asegura que "la patronal está aprovechando las circunstancias para flexibilizar todavía más el mercado laboral". Pese a las coincidencias en el análisis, la forma de desarrollar las medidas para reducir el desempleo ha originado continuos desencuentros sindicales. La histórica alineación entre el bando sindical nacionalista, con ELA y LAB al frente, y el bando no nacionalista, integrado por CC OO y UGT, volvió a hacerse patente en la reunión de ayer. Comisiones Obreras presentó un nuevo documento que incorporaba por primera vez una vía concreta para financiar el contrato de sustitución, a través de la Tesorería de la Seguridad Social y las propias empresas, recurriendo a la orden ministerial de 1994, que regula las ayudas a la jubilación anticipada. La iniciativa sólo logró el apoyo sindical de UGT, que la calificó como "una vía de salida al estancamiento de las negociaciones". Confebask respaldó también, aunque con reservas, la nueva fórmula, que requiere el apoyo del Ministerio de Trabajo. La confederación volvió a desechar el debate sobre la reducción de la jornada laboral a las 35 horas, la supresión de las horas extraordinarias y la estabilidad en el empleo, lo que deja en punto muerto hasta después del verano una negociación en la que las centrales propugnan un acuerdo global por el empleo.

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