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Reportaje:

Vacunas: un mínimo riesgo para un gran beneficio sanitario

La mayoría de las reacciones adversas son leves y de carácter local

Junto a la potabilización del agua, la vacunación pediátrica sistemática es la medida de salud pública más importante, según coinciden todos los expertos. Es asimismo un claro indicador de desarrollo, y, en este caso, España puede congratularse, al presentar una de las coberturas vacunales más amplias del mundo, con una tasa que supera con creces el 90%, por encima de la de los países de su entorno sociocultural.Todos los expertos también aseguran que esta iniciativa es una de las actiudes sanitarias con mejor relación beneficio-riesgo. Gracias a la vacunación infantil se salvan al año en el mundo tres millones de vidas (la mayoría, en los países desarrollados) y se pueden prevenir 12 enfermedades infecciosas. Ni siquiera los antibióticos han conseguido ganar tan espectacularmente una de las batallas en la lucha contra las infecciones.

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Como señala Carlos Rodrigo Gonzalo de Liria, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y profesor titular de esta especialidad en la Universidad Autónoma de Barcelona, la vacunación ha logrado erradicar la viruela del mundo y "es previsible que en los primeros años del siglo XXI el tétanos neonatal, el sarampión y la poliomielitis sean los siguientes en esta lista".

Pero este experto advierte que, como cualquier producto biológico, las vacunas pueden producir reacciones adversas. No es infrecuente tener noticias sobre alguna reacción adversa vacunal. El pasado mes, una adolescente española falleció tras ser vacunada contra la alergia al polen.

"La mayoría de las reacciones", explica, "son leves y generalmente de carácter local, como dolor, enrojecimiento e inflamación en la zona de la inyección, que se calman con analgésicos comunes. También a veces aparece fiebre, que se puede controlar con un antitérmico. Estos efectos desaparecen en las primeras 48 horas".

Según Rodrigo, este tipo de reacciones está frecuentemente asociado a la vacuna combinada difteria-tétanos-tos ferina, principalmente por el componente de la tos ferina. A esta última se le atribuyeron efectos adversos que provocaron que en los años setenta dejaran de aplicarla países como el Reino Unido, Suecia y Japón.

Inducir la enfermedad

Actualmente estos países y otros muchos sólo administran la vacuna acelular, más segura. En España acaba de introducirse y es competencia de cada una de las comunidades autónomas elegir entre ambas.Otros preparados, que contienen microorganismos vivos atenuados, como las vacunas de la poliomielitis y la triple vírica (sarampión, rubéola, parotiditis o paperas), raramente pueden inducir la propia enfermedad.

"En España", dice el miembro del Comité Asesor de Vacunas, "no se ha declarado ningún caso de polio desde 1989. Sin embargo, en Estados Unidos se comunican ocho casos al año de polio vacunal, generalmente benignos, ya que es muy extraño que la vacuna provoque una polio paralítica".

Hay también preparados vacunales que contienen sustancias como embrión de pollo, antibióticos o estabilizadores que pueden constituirse en alergenos y causar una reacción anafiláctica. Según indica Rodrigo, cualquier producto biológico, ya sean vacunas o medicamentos, es susceptible de generar anafilaxia, una reacción alérgica súbita. Esta respuesta desproporcionada e imprevista del organismo, que puede aparecer en la media hora siguiente a la administración de cualquier medicamento o vacuna, se expresa con síntomas como urticaria, picor, aparición de granos (habones) y mareo.

También pueden aparecer otros síntomas mucho más severos, que son los que llevarían a la muerte. Entre ellos, el edema de glotis, que produce asfixia, hipotensión y parada cardiorrespitaroria.

Este tipo de reacciones graves se dan con mayor frecuencia -tanto en niños como en adultos- en la vacunación contra ciertas enfermedades alérgicas cuando no se administra correctamente.

La especial susceptibilidad se explica porque, como la anafilaxia es una reacción alérgica y la inmunoterapia se aplica en personas alérgicas, éstas son más proclives a presentar una respuesta desproporcionada.

Por rara que sea esta eventualidad, sobre todo en sus consecuencias más trágicas, debe tenerse siempre presente, según José María Bayas, responsable del centro de vacunación de adultos del hospital Clínico de Barcelona.

En consonancia con lo expresado anteriormente por el pediatra, Bayas considera que preferentemente tanto los niños como los adultos deberían permanecer de 20 a 30 minutos en el lugar donde son vacunados "por si aparecieran algunos síntomas de anafilaxia en la media hora siguiente a la vacuna".

Estos dos especialistas, para refrendar la seguridad de las vacunas disponibles, sostienen que en su experiencia profesional nunca se han encontado una anafilaxia.

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