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La Diputación asume el Kursaal como un proyecto "guipuzcoano" y resolverá su problema financiero

La Diputación de Guipúzcoa se implicará económicamente en el proyecto del Kursaal en la misma medida que el Ayuntamiento de Donostia, lo que supone aumentar en 500 millones su participación en el capital de la sociedad, y gestionará la venta de la sala de exposiciones a la Kutxa, según anunció ayer el diputado general, Román Sudupe, tras entrevistarse con el alcalde, Odón Elorza. La implicación absoluta de la Diputación en el proyecto llevará pareja una presidencia rotativa del Kursaal entre el alcalde y el propio diputado general.

Sudupe ha elaborado un plan, calificado de "muy inteligente" por Elorza, que resuelve los problemas de financiación del proyecto del Kursaal. En el momento actual, el Ayuntamiento donostiarra lleva invertidos 2.500 millones en los cubos de Moneo, mientras que la Diputación ha aportado otros 2.000 millones. La institución foral va a igualar la inversión municipal, lo que significa una inyección de 500 millones de pesetas. Sudupe explicó tras la reunión: "La Diputación asume que la incidencia del Kursaal va más allá de San Sebastián, es un objetivo del territorio de Guipúzcoa y, por tanto, vamos a asumir el 50% de la sociedad del Kursaal". En este sentido, confirmó que el desfase presupuestario de 1.800 millones para culminar la obra se financiará a partes iguales entre las dos instituciones, sea mediante aportaciones directas o a través de un crédito concertado por la propia sociedad. La entrada de la Diputación en condiciones de igualdad está supeditada a que el Ayuntamiento ceda "a coste cero" la titularidad de los terrenos del Kursaal a la sociedad. El municipio adquirió los terrenos en 1986 por un total de 450 millones de pesetas. Un segundo eje de la propuesta de Sudupe consiste en vender a la Kutxa la sala de exposiciones, además de parte de las 500 plazas de garaje existentes bajo los cubos de Moneo. Los ingresos que se obtengan se destinarán a financiar tanto el desfase como el déficit de explotación del auditorio. Respecto a la venta de la sala a la Kutxa, el diputado general expresó su confianza en que "Kutxa se avendrá a compartir con las instituciones, porque no puede ser de otra forma, la solución de este problema". La venta a la entidad de ahorro de la sala de 1.000 metros cuadrados se podría cerrar en una cifra intermedia entre las dos ofertas que realizó -primero 775 millones y luego 500 millones-, aunque Sudupe eludió ser más explícito para no deteriorar aún más la controversia suscitada entre los responsables del Ayuntamiento y de la entidad. "Lo peor que podríamos hacer sería poner precios, porque se condicionaría negativamente la negociación con la Kutxa", apostilló. La venta de plazas de aparcamiento también ofrece un margen amplio de obtención de ingresos, si bien disminuirá el flujo de dinero de la sociedad cuando se abran las instalaciones. El gerente del Kursaal, José Miguel Ayerza, contemplaba en su informe de previsiones económicas que una parte de las plazas se destinara a rotación y el resto, a alquiler entre los residentes de la zona, por un precio de 16.000 pesetas al mes. La suma de estas rentas anuales desaparecerá si se opta por la venta, dado que las plazas restantes deberán utilizarse en rotación por los usuarios del Palacio de Congresos y el Auditorio. "Digna de agradecerse" El alcalde donostiarra consideró "muy inteligente y razonable, digna de agradecerse" la propuesta de Sudupe que, a su juicio, tiene que obtener "una acogida excelente" entre los socios de gobierno de la Diputación y el Ayuntamiento. El respaldo del PNV y el PSE a esta plan financiero garantiza su aprobación en las dos instituciones. No obstante, el primer edil puntualizó que la propuesta habrá que madurarla y estudiarla con detenimiento. El principal problema, aunque no insalvable, puede situarse en la cesión gratuita del solar sobre el que se está levantando el Kursaal. Los terrenos pertenecen al patrimonio municipal y deberán ser enajenados sin ninguna contraprestación económica. La venta de la sala de exposiciones, a la que el grupo municipal de EA se opone, tampoco presenta mayores dificultades más allá de las derivadas de la negociación con la Kutxa. Las instituciones van a perfilar la operación de forma que tenga las menores cargas fiscales para la entidad de ahorro.

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