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Kaos Etíliko rehabilita en su estreno el legado del "rock radikal"

La década de los ochenta fue testigo del auge y la práctica autodestrucción del llamado rock radikal vasco, etiqueta que aglutinó a numerosas bandas portadoras de agresivos mensajes fruto de la insatisfacción y aderezados con una música deudora del punk. Dichos grupos y otros que, como ellos, han seguido su estela son los que inspiran en buena medida las canciones de Kaos Etíliko. La discográfica pamplonesa Gor ha reunido 15 de ellas bajo el título No hay agua. En su estreno discográfico, grabado el pasado febrero, el grupo de Salvatierra cuenta con la colaboración de un antiguo integrante de Potato y dos miembros de La Polla, Evaristo y Sume. Con su apoyo, y el de otros artistas, ha confeccionado un elepé que muestra claramente la influencia de sus vecinos de La Polla Records, luce detalles de rock urbano, filtraciones del ska en Tripi e incluye una adaptación de un tema de Banda Bassotti (Su falso mundo). La prosa llana que emplea el quinteto alavés gira alrededor del mundo de la droga, plantea la cuestión de las diferencias sociales, no elude abordar diversos desengaños, da forma a letras chistosas y manifiesta su malestar con la sociedad.

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